La Guardia Civil desplegó todo su ingenio la noche de la pegada de carteles del referéndum y en Sant Carles de la Ràpita, cuando era la una de la madrugada, requisaron el material con el que empezaba la campaña del sí.
70 carteles grandes, 70 de pequeños, un bote de pintura lleno de cola y un palo y una escoba. Y todo justificado "según lo ordenado en la instrucción nº 2/2017 de la Fiscalía Superior de Justícia de Catalunya".
Ninguno de los tres identificados quiso firmar el acta.