El perro que murió después de recibir un disparo de la Guardia Urbana estaba siendo evaluado para formar parte de un proyecto social. La Fundación para el Asesoramiento y Acción en defensa de los Animales (FAADA) llevaba meses detrás del propietario y del animal para incluirles en el proyecto Mejores Amigos, que lleva a cabo la entidad en colaboración con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona.
⚠‼#Barcelona
— Fundación FAADA (@FAADAorg) 19 de diciembre de 2018
Ahir l'actuació de @barcelona_GUB va acabar amb la vida de Sota, companya de Tauri, un noi en situació de sense sostre. A través del projecte #MillorsAmics, estàvem en procés d'avaluar el seu vincle per proporcionar ajuda als dos 😡👇https://t.co/JZfLznyFH2
Según han informado fuentes de FAADA, los voluntarios de la fundación ya habían pactado con el dueño del perro las primeras atenciones veterinarias, que estaban organizadas para la semana que viene. La primera sesión con el animal era para desparasitarlo y ponerle las vacunas necesarias. El hecho de que se programara esta visita supone que el vínculo entre propietario y perro no era negativo. Si los voluntarios de la entidad hubieran detectado que la relación entre los dos podía ser nociva para alguna de las partes, la misma fundación hubiera avisado a la Oficina de Protección de los Animales de Barcelona (OPAB), que se hubiera hecho cargo del animal.
El proyecto Mejores Amigos tiene por objetivo facilitar el alojamiento de las personas sin hogar con sus animales en los albergues y en las viviendas sociales o de inclusión de Barcelona. Antes de poder participar en la iniciativa, los voluntarios de la entidad se entrevistan con los posibles candidatos y evalúan si existe una relación positiva entre perro y propietario. Los participantes del programa reciben atención veterinaria gratuita, formación o alimento para los animales, entre otros.
Así recuerdan a Sota quienes la conocían y veían cada día. #JusticiaParaSota pic.twitter.com/Ubhv8Agrr4
— PACMA (@PartidoPACMA) 19 de diciembre de 2018
En un comunicado, la Guardia Urbana ha justificado la actuación del agente implicado asegurando que no tenía más "opción" y que actuó "en defensa de su integridad física". Según el escrito, la intervención policial no se inició a raíz de una llamada previa pidiendo una actuación. Una patrulla que se encontraba en la zona se detuvo al ver a un "perro desatado, sin bozal y con apariencia de raza potencialmente peligrosa deambulando solo", y procedió a identificar al propietario.