Varios centenares de personas han llenado la plaza de Sant Jaume este miércoles en protesta por el perro muerto por la Guardia Urbana. La manifestación convocada por el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) tiene como objetivo "exigir que se depuren responsabilidades" y evitar que el caso quede "impune".
"Gracias, gente de Barcelona para salir a la calle a dar voz a los animales. Dad ejemplo de civismo, empatía y pacifismo en frente esta lamentable actuación policial", señalaba la presidenta del PACMA, Silvia Barquero, en un mensaje a través de las redes sociales. Esta protesta se ha producido después de que salieran a la luz este miércoles algunos vídeos de los momentos posteriores al incidente, junto con toda una serie de testigos que aseguraban haber presenciado el ataque y que diferían de la versión oficial.
¡Cientos de personas se concentran a esta hora en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona para pedir #JusticiaParaSota!
— PACMA (@PartidoPACMA) 19 de diciembre de 2018
Su trágica muerte de un disparo a manos de un agente de la @barcelona_GUB no puede quedar impune. pic.twitter.com/5d723yn4wT
Según ha podido saber El Nacional, el perro que estaba siendo evaluado para formar parte de un proyecto social. La Fundación para el Asesoramiento y Acción en defensa de los Animales (FAADA) llevaba meses detrás del propietario y del animal para incluirles al proyecto Mejores Amigos, que lleva a cabo la entidad en colaboración con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona. Según han informado fuentes de FAADA, los voluntarios de la fundación ya habían pactado con el dueño del perro las primeras atenciones veterinarias. El hecho de que se programara esta visita supone que el vínculo entre propietario y perro no era negativo. Si los voluntarios de la entidad hubieran detectado que la relación entre los dos podía ser nociva para alguna de las partes, la misma fundación hubiera avisado a la Oficina de Protección de los Animales de Barcelona (OPAB), que se hubiera hecho cargo del animal.
En un comunicado, la Guardia Urbana ha justificado la actuación del agente implicado asegurando que no tenía más "opción" y que actuó "en defensa de su integridad física". Según el escrito, la intervención policial no se inició a raíz de una llamada previa pidiendo una actuación. Una patrulla que se encontraba en la zona se detuvo al ver un "perro desatado, sin bozal y con apariencia de raza potencialmente peligrosa deambulando solo", y procedió a identificar al propietario.