Los vecinos de la zona del Santiago Bernabéu están en pie de guerra contra el Ayuntamiento de Madrid por los conciertos que se celebran en el nuevo estadio del Real Madrid, que tiene el objetivo de convertirse en el escenario preferido para artistas nacionales e internacionales. El origen de la polémica se sitúa a finales del mes de mayo con los primeros conciertos cuando los vecinos ya expresaron su indignación con el primer gran acontecimiento en el marco de la celebración de los 100 años de Telefónica, donde los vídeos denunciando los altos nivel del volumen de la música corrieron como la pólvora a través de las redes sociales. Las quejas contra el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, no han cesado desde entonces, la segunda ola de quejas llegó con los dos conciertos de la cantante estadounidense, Taylor Swift. La guinda del pastel y lo que ha provocado una reacción del consistorio han sido las 4 citas que Karol G ha tenido con el público español. Tan solo durante las últimas semanas han pasado por el nuevo estadio Duki (8 de junio), Manuel Carrasco (29 de junio) y el cantante mexicano Luis Miguel (6 y 7 de julio).

Aparte de denunciar el ruido, ya que se sobrepasan los niveles de decibelios legales, los vecinos de la zona también se quejan de la suciedad que generan los asistentes al concierto, así como la inseguridad y las aglomeraciones de gente en la zona, que dificulta mucho andar y que se ha elevado el nivel de ruido y vibraciones con los cuatro días de conciertos y sus respectivos ensayos. Además, también denuncian la insalubridad que comporta que la gente orine en la calle o en los portales próximos al estadio.

Limitación de los horarios

La solución que ha encontrado el gobierno de Martínez-Almeida ha sido pactar con el Real Madrid limitar el horario de los conciertos, que a partir de ahora, tendrán que acabar a las 23:00 horas. Las dos instituciones también han acordado otras medidas como limitar los ensayos, avanzar la hora de entrada a las instalaciones y reforzar la limpieza. El ayuntamiento madrileño ha indicado que las medidas estarán vigentes "hasta que el club implante todas las medidas del plan de control de emisiones sonoras". El Real Madrid ya aseguró hace unas semanas que estaba trabajando en la implantación de unas cortinas insonorizadas para cubrir todo el pasillo superior del estadio que queda al aire libre. En materia de movilidad, Ayuntamiento y Real Madrid adelantan que se establecerán medidas de prioridad de aparcamiento para residentes en la vía pública y se facilitará el aparcamiento para los vecinos en la calle de Rafael Salgado con la conversión de plazas azules en verdes. El alcalde popular ha reconocido la situación "nosotros seguimos en el esfuerzo, siendo conscientes que en estos momentos, como he dicho, el Santiago Bernabéu creo que no está cumpliendo con los parámetros que garantizan el descanso del bienestar de los vecinos. Tenemos que estar en la solución a estos problemas. El Ayuntamiento está plenamente implicado y comprometido".

La medida de Almeida no ha convencido en absoluto a los vecinos de que aseguran que es "un parche". Unidos a la Asociación Vecinal de Perjudicats del Bernabéu, que cada día aumenta sus efectivos entre los vecinos de la zona, los vecinos consideran que hay una "emergencia sanitaria" y cree que, por normativa, tendría que ser suspendida esta actividad en el estadio. Así lo ha manifestado el presidente de la asociación, Enrique Martínez de Azagra, después de conocer la limitación del ayuntamiento. Martínez de Azagra ha calificado esta medida como "una broma de malísimo gusto" al considerar que con los conciertos en el Bernabéu "se están incumpliendo todos los límites razonables del ruido" con unos niveles "sorprendentes" de superación de decibelios, que calcula como "treinta mil veces más del permitido". El presidente de la asociación ha exigido que "lo que tienen que hacer es cerrar el estadio para este tipo de actividades que no están licenciadas, no tienen licencia, no está insonorizado y, por lo tanto, que se dejen de milongas".

Los vecinos tendrán un descanso, ya que, hasta septiembre, el estadio no volverá a acoger ningún macroconcierto. Serán los días 7 y 8 con la bachata de Aventura. Sin embargo, ya han advertido al ayuntamiento que si la situación no se soluciona convocarán una manifestación multitudinaria en el mes de septiembre.