Una "compleja" intervención arqueológica en la parte de atrás del edificio de la casa consistorial, donde se tiene que construir el archivo del Bages y Manresa, ha sacado a la luz los restos arqueológicos de la judería de la ciudad. En concreto, se ha identificado un depósito que, según el arqueólogo responsable de la intervención, "con uno 99,9% de posibilidad", corresponde a un micvé, una cámara utilizada para los baños rituales judíos. El alcalde de Manresa, Marc Aloy, ha subrayado que se trata de un hallazgo "excepcional" "tanto para la ciudad como para el país". En Catalunya solo hay dos identificados: en Besalú y en Girona. El hallazgo representa un testigo material "de primer orden" de la comunidad judía que vivió en la ciudad durante la edad media.
"Es un acto de justicia poética que allí donde se construirá el edificio del Arxiu, que tiene que conservar toda la documentación que tenemos de la comunidad judía en la ciudad, se haya localizado todo este conjunto". El alcalde de Manresa, Marc Aloy, valora así un hallazgo que califica "de excepcional".
La historiadora Mireia Vilacortina fue la responsable de hacer el estudio documental previo a la excavación. "Teníamos una calle que siempre se había llamado la bajada de los judíos y había que comprobar si aquí podría estar la judería judía de Manresa", ha explicado. Después de documentarse a partir de los libros de los judíos, dibujó un croquis de la zona. "No era una judería judía con sentido estricto porque los judíos convivían con otras familias manresanas, pero aquí tenían todos los servicios de la comunidad: desde una sinagoga -que estaba en un piso superior de un edificio- y unos baños para las mujeres judías", explica.
"La sorpresa bonita", detalla, es que, una vez se ha hecho la excavación, se han encontrado los baños en el lugar donde Vilacortina los localizó. Según el arqueólogo responsable de la intervención, Eduard Sànchez, todo apunta que el hallazgo corresponde a un micvé, una cámara que, en este caso, las mujeres hacían sus baños rituales.
Pendientes de unas analíticas
Los arqueólogos están prácticamente seguros del hallazgo. "Un 99,9% convencidos", detalla Sànchez. Aun así, para confirmar al 100% que se trata de un micvé, habrá que hacer unas analíticas a partir de las muestras de mortero. Está previsto que los resultados tarden meses, pero será "un dato del todo objetivo". El espacio donde ha aparecido el micvé ha sido edificado desde la edad media hasta la actualidad. Se trata de un sector muy modificado por innumerables reformas desde la época medieval, que también estuvo afectado por los incendios de 1713 y 1811. Al fin y al cabo, según el arqueólogo responsable de la intervención, ha complicado la excavación, que ha sido además de 4 metros de profundidad. A pesar de todo, Sànchez subraya que el nivel de conservación es bueno.