En Catalunya se necesitarán 25.000 plazas más de residencias y 20.000 profesionales más en los diez próximos años por el envejecimiento de la generación del baby-boom, según un estudio publicado este jueves. La investigación, realizada por la Unión de Entidades, con colaboración de la Associació Catalana de Recursos Assistencials (ACRA) y el Ministerio de Derechos Sociales, concluye que a corto plazo podría no haber suficientes profesionales para atender a las personas mayores si no se produce una mejora sustancial de la financiación pública.
Ahora mismo, el estado del sistema de asistencia en Catalunya es que hay unas 62.000 plazas residenciales y 20.000 diurnas, el 85% de titularidad privada —muchas con financiación pública en un sistema de concertación—. Todo, insuficiente para afrontar la próxima década, señalan los expertos. "Si no tenemos los profesionales y una formación adecuada, tendremos un grave problema de atención", ha afirmado la presidenta de ACRA, Cinta Pascual, acompañada por Ramon Ramells, presidente de la Unión de Entidades, en la presentación del informe este jueves en el Colegio de Economistas.
El "Estudio socioeconómico de la atención para personas en situación de dependencia en España" señala que el número de personas mayores de 65 y de 80 años se doblará en los próximos años con respecto al crecimiento anual medio de la última década. Si en el periodo 2010-2022 la población mayor de 65 años creció en 135.124 personas por término medio cada año, se calcula que el 2023-2036 el incremento será con 268.106 personas cada año. Con respecto a los mayores de 80 años, en los últimos años esta población ha crecido por término medio en 43.742 personas cada año y lo hará en 84.265 en los siguientes.
Destinar al menos el 2% del PIB a la dependencia
ACRA pide llegar al menos al 2% de gasto sobre el producto interior bruto (PIB) para la dependencia, mientras que ahora el Estado dedica el 0,96% —porcentaje de financiación pública y privada sobre el PIB de servicios de cuidados de larga duración según datos del OECD del 2021, recogidas en el estudio—. "La financiación tiene que permitir mejorar la cobertura, los servicios y los convenios", ha recalcado Pascual.
Con respecto al personal, la profesional ha reconocido que hay partes de residencias de personas mayores en Catalunya que están cerradas por falta de profesionales, pero ha aclarado que son "anecdóticas". Si bien ha añadido que con las necesidades y las listas de espera actuales es "duro" no poder abrir una unidad por falta de profesionales o porque todavía no están formados.
Preguntada por la realidad de muchos trabajadores migrantes en las casas, la presidenta de ACRA ha afirmado que la solución del sector "solo pasa por regularizar la situación". "Es gente que ya está aquí, pero no tiene papeles y no puede cotizar y están cuidando a nuestras personas mayores. Los tenemos en casa (...) La gente que cuida gente tiene que estar bien cuidada", ha dicho.
Reducir la espera
El estudio también recopilación que en Catalunya el tiempo medio desde la solicitud de la dependencia hasta la resolución de la prestación es de 295 días (2023). Aunque se ha reducido, se encuentra muy por encima de los 180 días con que marca la ley. El tiempo medio al conjunto del Estado es de 324 días. La lista de espera para ser beneficiario del Programa Individual de Atención (PIA) en Catalunya es de 48.470 personas en situación de dependencia, la más alta de entre todas las comunidades autónomas, con un total de 155.000 personas dependientes de que esperan.
Sobre el servicio de atención domiciliaria (SAD), en Catalunya son atendidas 69.935 personas. Aunque el índice de cobertura de la atención a domicilio ha crecido en los últimos años en el Estado, todavía se encuentra lejos de la media europea (5,5% y 10,1% respectivamente); en Catalunya es del 4,6%. La intensidad media de este servicio en Catalunya es de 11 horas al mes, una de las más bajas del Estado, con una media de 20 horas.