La hija de Gisèle Pelicot, Caroline Darian, ha denunciado a su padre como supuesta víctima de abusos sexuales, a raíz de las pruebas que salieron a la luz durante el juicio que acabó en diciembre. Dominique Pelicot fue condenado por drogar y violar a su exmujer y reunir a más de 50 hombres para abusar de ella durante diez años. Ahora, Darian, de 46 años, también considera que su padre ha abusado sexualmente de ella durante un periodo estimado de una década, entre 2010 y 2020, según fuentes citadas por Franceinfo, entre otros medios. La hija ha formalizado la denuncia este miércoles ante un tribunal de Versalles a través de sus abogados.
Dominique Pelicot ya fue condenado a 20 años de cárcel en diciembre por los abusos sobre su mujer, al final de un proceso que también destapó material sospechoso relativo a su hija; por ejemplo, imágenes en las que parece tumbada inconsciente o montajes en los que se la compara con su madre. Darian se pronunció sobre estas imágenes en una entrevista en la BBC y contó cómo se enteró de su existencia. La policía le mostró dos fotos que encontraron en el ordenador portátil de Dominique Pelicot, donde se apreciaba a una mujer inconsciente en una cama, con solo una camiseta y ropa interior. Al principio, fue incapaz de reconocerse a sí misma. "Viví un efecto de disociación. Tuve dificultades para identificarme desde el principio", dijo. El terror se confirmó cuando los agentes le indicaron que la mujer de las imágenes era ella: "Mira, tienes la misma marca marrón en la mejilla, eres tú".
La denuncia presentada por Darian este miércoles ha sido la formalización de una sospecha que ya tenía desde que estalló el caso contra su padre. "Sé que me drogó, pero no tengo ninguna prueba", explicó a la cadena británica. La francesa siempre se ha mostrado convencida de su acusación y ha asegurado que a muchas mujeres "no se las cree porque no hay pruebas. No se las escucha, no se las ayuda".
Darian, que publica ahora un libro, ya se enfrentó abiertamente a su padre en el juicio, donde le dijo que se moriría "sol como un perro". Ante el tribunal, relató emocionada cómo su vida se hundió cuando conoció en 2020 los abusos a los que había sido sometida su madre durante años. En los días posteriores a la fatídica llamada telefónica, Darian y sus hermanos, Florian y David, viajaron al sur de Francia, donde vivían sus padres, para cuidar de su madre mientras asimilaba la noticia de que su marido era "uno de los peores depredadores sexuales de los últimos veinte o treinta años". Además de poner en el punto de mira los problemas de la violación y la violencia de género, el juicio a Dominique Pelicot también trató un tema poco conocido, la sumisión por productos químicos, la agresión sexual facilitada por las drogas.