El inicio de curso siempre es complicado para las familias y los alumnos. En determinados cursos y situaciones, conoces nueva gente, nuevos profesores y un nuevo entorno, al cual te tienes que adaptar. Eso pasa sobre todo cuando el alumno cambia de escuela, el cual es un momento de tensión para todos los niños e, incluso, adolescente.

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De hecho, acostumbra a ser una situación altamente estresante para los menores. Un momento en el cual florecen todas las inseguridades que el niño puede tener enterradas dentro suyo y que le puede marcar de por vida. Para llevar esta situación de forma más tranquila hay varias maneras de afrontarlo por parte de los padres.

Ofrecer herramientas

En primer lugar, hay que ofrecerle las herramientas para el cambio. Es muy importante la comunicación y que el niño entienda el porqué de este cambio. De esta forma, el niño puede transmitir con tranquilidad y sin miedos sus inquietudes, preocupaciones y emociones. También va bien enseñar al menor habilidades sociales que le pueden servir. Sobre todo a la hora de presentarse e iniciar una conversación con otros niños. Asimismo, también se recomienda enseñarlos a no ser impulsivos, flexibles y empáticos y a mostrar los valores que los padres le han transmitido.

Es recomendable hacer una visita al centro para que pueda conocer las instalaciones, así como organizar un encuentro con algún compañero o alguna familia para que se conozcan antes de empezar si hay esta posibilidad. Con todo, también se tiene que dejar claro que eso no significa que el niño rompa relaciones con los compañeros de la escuela anterior. De hecho, es positivo que las mantenga.

Proximidad con el hijo

Como padres, se tiene que tener claro que los comienzos pueden ser duros y la adaptación podría tardar entre un mes y un mes y medio. Durante este periodo de tiempo, los padre tienen que ser próximos, comunicativos y que muestren una preocupación sobre el día a día del niño sin llegar a asfixiarlo. Hace falta tener en cuenta también el espacio del niño y evitar interrogatorios que lo puedan hacer sentir intimidado.

Una oportunidad para facilitar esta adaptación son las extraescolares. Desde apuntarse al equipo de fútbol, en el equipo de baloncesto. También es básico la comunicación entre el tutor del niño y los padres. Si la situación no mejora, es aconsejable buscar ayuda de profesionales, como psicólogos, para ayudar a mejorar la situación. Algunos síntomas que los padres pueden detectar son el aislamiento, los cambios de comportamiento, los sentimientos negativos continuos o una dependencia a los padres o hermanos. Hay que remarcar que tampoco es negativo que vaya mostrando debilidades durante la adaptación, pero sí es importante hacer un seguimiento del día a día del niño para poder valorar la situación y afrontarla con el máximo conocimiento posible.

Cambio de colegio: 10 consejos profesionales para reducir la angustia

En un artículo publicado en la Escuela de Salud de Sant Joan de Déu, la psicóloga general sanitaria María Taló Reixach ofrece consejos profesionales para acompañar a los niños en un cambio de escuela. Estos son los 10 trucos de profesional que ayudarán a tus hijos en esta transición:

  1. Promover la comunicación: Hablad abiertamente con el niño sobre el cambio, resolviendo dudas e inquietudes. Creen espacios para conversaciones informales durante momentos cotidianos.

  2. Acompañarlo emocionalmente: Proporcione un espacio seguro para expresar sentimientos. Validar sus emociones, ayudarle a comprenderlas y buscar soluciones juntos. Utilicen cuentos para hablar de sentimientos.

  3. Prepararlo: Anticipar el cambio visitando la escuela y conociendo al profesorado. Usen calendarios visuales o el juego simbólico para ayudarle a entender el proceso y familiarizarse con el entorno.

  4. Impulsar la adaptación social: Fomenten encuentros con futuros compañeros antes de comenzar la escuela y promuevan la participación en actividades extraescolares para facilitar nuevas amistades.

  5. Mantener una actitud positiva: Transmitan optimismo y confianza. Los niños reflejan la actitud de los padres; si están confiados, ellos también lo estarán. Enfóquense en los aspectos positivos del cambio.

  6. Establecer rutinas: Definan una rutina consistente antes y después de comenzar la escuela para proporcionar seguridad y previsibilidad.

  7. Colaborar con la escuela: Mantengan un diálogo regular con los maestros para conocer el progreso del niño y trabajar conjuntamente para superar retos.

  8. Darle tiempo: La adaptación es un proceso individual que puede durar meses. Respeten el tiempo necesario para que cada niño se sienta cómodo en el nuevo entorno.

  9. Fomentar la autonomía: Inculquen responsabilidades según las capacidades del niño, como preparar la mochila o colaborar en tareas domésticas, para promover su autoestima e independencia.

  10. Buscar ayuda profesional: Si los síntomas de ansiedad o tristeza persisten más de tres meses o dificultan el día a día, consideren consultar a un profesional para obtener apoyo adicional.