ETA iniciaba su actividad armada en 1968, cuando asesinaba por primera vez a José Pardines, un joven Guardia Civil que moría de un tiro en la cabeza. A partir de aquí y hasta octubre del 2011, la banda terrorista causó más de 850 asesinatos y 3.500 atentados.

Su actividad se centró especialmente en el País Vasco, causando un total de 586 muertos. Pero, ¿quiénes eran las víctimas? Si analizamos en el conjunto del estado, el grupo asesinó a 500 miembros de las fuerzas armadas o de los cuerpos de seguridad. El resto, civiles que se encontraban en el lugar de los hechos.

ETA dejó más de 7.000 víctimas y 86 secuestros

Si lo desglosamos por territorios, aparte de las 586 personas asesinadas en el País Vasco, encontramos 123 muertos en Madrid; 55 en Catalunya y 40 en Navarra. El terrorismo de la banda, también causó 16 víctimas mortales en Aragón; 13 en Andalucía; 9 en la Comunidad Valenciana; 4 en Cantabria y La Rioja; 2 en Castilla y León y Baleares y 1 en Murcia.

Graffiti en Alsasua (Navarra) que reproducía el anagrama de ETA, creado por Félix Likiniano, con la imagen de una serpiente enrollada en un hacha sobre el lema Bietan jarrai, que significa "seguir en las dos" o "perseverar en las dos" (en referencia a perseverar con la lucha política y con la lucha armada).

El dolor de ETA en Catalunya

En Catalunya, la banda armada también fue muy presente, llegando a crear lo que ya era conocido como el "Comando Barcelona", uno de los más activos del grupo terrorista. En total, desde 1975 hasta el 2001, ETA cometió decenas de atentados en el territorio catalán, donde murieron un total de 55 personas.

Lo que más marcó, fue el coche bomba que estrelló en al parking del Hipercor de la Meridiana de Barcelona, el 19 de junio de 1987. En el atentado murieron 21 personas y dejó heridos a 45 personas más. Por primera vez, el objetivo de la banda se convertía en atacar a civiles, causando la muerte de ciudadanos que en aquel momento se encontraban haciendo las compras en el centro donde colocaron los 20 kg de amonal que hicieron astillar.

Atentado en el Hipercor de Meridiana, momentos después de la explosión, donde se puede ver cómo sale humo del parking

4 años más tarde, tenía lugar otro atentado que golpearía con fuerza en el corazón de la sociedad catalana. ETA liberaba un coche cargado de explosivos por la rampa del cuartel de la Guardia Civil de Vic. Eran las 19h de la tarde del 29 de mayo de 1991 -este año ha hecho 30 años-, cuando ETA asesinaba a 9 personas -más un guardia civil que atropelló una ambulancia al llegar al lugar de los hechos-, entre los cuales había 4 niños pequeños.

El año 2000, la banda criminal asesinaba al parking de su casa, en Barcelona, a Ernest Lluch, exministro de Sanidad. Un crimen que conmocionó especialmente también a toda la población catalana, para los fuertes vínculos que el político tenía con el pueblo vasco, siendo uno de los personajes que más apostaba por el diálogo y el fin de la violencia de la banda armada.

El fin de ETA

El último atentado de la banda fue el 16 marzo de 2010, cuando asesinó a un policía francés en un tiroteo. Actualmente, 187 presos etarras se encuentran cumpliendo condena, de los cuales 71 se encuentran en las prisiones vascas. El 20 de octubre de 2011, la banda terrorista comunicaba el fin de su actividad armada y, 6 años y medio después, el 4 mayo del 2018 ETA anunciaba su desaparición como organización.

Momento en que la banda comunica el fin de su actividad

En una entrevista a 'El Matí de Catalunya Ràdio', David Pla, último dirigente de ETA y uno de los protagonistas que se escondía tras la capucha de la imagen anterior de ahora hace 10 años, explicaba que él no se siente un terrorista. Pla, después de cumplir condena, es hoy un hombre libre que milita al partido de izquierda abertzale de Sortu.

Este año, coincidiendo con el décimo aniversario del fin de ETA, los actos fueron destinados al recuerdo de todas las víctimas que perdieron la vida por la banda armada. El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, señalaba como el dolor de las víctimas de ETA "no se tendría que haber producido nunca". Unas palabras que levantaron polvareda, rompiendo con el pasado y a favor de las vías pacíficas y democráticas.


Imagen principal: Atentado en el hipercor de Barcelona, 1987.