Una de las novedades en las fiestas de la Mercé 2023 es la incorporación de dos nuevos gigantes en la gran familia barcelonesa. Pero estas dos figuras son distintas, porque vienen de lejos: es un regalo de Kyiv, la capital de una Ucrania que sigue en guerra, y que ha sido la invitada de honor de este año.

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Los gigantes se llaman Olga y Volodymyr, se presentan como príncipes de Kyiv, y acompañarán en el Toc d'Inici al Séquito Popular con los Gigantes de la Ciudad, del Pi y del Mar, a la Àliga de la Ciudad, los Cavallets Cotoners, y demás figuras. Pero, ¿a quiénes representan realmente estos dos gigantes? ¿Quiénes fueron Olga y Volodymyr? ¡Su sanguinaria historia te sorprenderá!

Santa Olga de Kiev: una reina a la que mejor tomar en serio

La Crónica de Néstor, también llamada Primera Crónica Eslava (un texto del siglo XII) no cuenta mucho sobre el rey Igor de Kiev. Había sitiado Constantinopla un par de veces con escaso éxito, atacado posiciones árabes... pero luego, el año 945, Igor fue a recolectar tributos a las tierras de los eslavos llamados "drevlianos", que en vez de pagar, lo mataron. Y así, el trono del Rus de Kiev quedó en manos de su hijoSviatoslav... que por entonces tenía tan solo 3 años. De modo que el poder pasó a manos de su madre, Olga de Kiev, que estaba decidida a controlar la regencia y a vengarse por el asesinato de su marido

Los drevlianos se lo pusieron fácil, la verdad, porque no se les ocurrió otra cosa que ir a proponerle que "ya que se había quedado viuda" (como si al marido le hubiera caído una maceta en la cabeza, en vez de ser asesinado por ellos mismos), podía casarse con su príncipe, llamado Mal. Entonces Olga dio inicio a una serie de trampas mortales.

Primero les dijo a los de la comitiva que volvieran al día siguiente, en barca, a pedir su mano. Cuando lo hicieron, descubrieron que las tropas de Olga habían cavado una zanja junto al castillo, donde arrojaron a los enviados drevlianos, junto a su barca, para enterrarlos vivos.

Olga arrojando a los embajadores drevlianos a una zanja. Miniatura del siglo XV.

Luego escribió una carta al príncipe Mal, diciéndole que si quería su mano, debía enviar a buscarla a Kiev a sus mejores hombres. Así lo hizo el príncipe: envió a los primogénitos de sus señores, los mejores caballeros, la crema de su sociedad. Al llegar a Kiev, Olga les invitó a lavarse en la casa de baños. Y cuando los tuvo a todos allí dentro, indefensos, cerró las puertas y les prendió fuego. En Olga de Kiev se inspiraba Daenerys Targaryen, diría uno.

Olga quemando vivos a los siguientes embajadores. Miniatura del siglo XV.

Pero claro: los drevlianos no se estaban enterando de nada de todo esto. Así que Olga les escribió otra carta diciéndoles que "ya venían de camino" y que montaran un banquete a medio camino para celebrar los esponsales. Así lo hicieron, y la comitiva de Olga (que dijo ir adelantada al resto de la columna) emborrachó a todos los drevlianos del banquete para luego hacerlos degollar.

Finalmente, Olga puso asedio a la capital drevliana, y le dijo a sus habitantes que les perdonaría la vida si cada uno de ellos le enviaba una paloma, ave que en aquellos tiempos se tenía en abundancia para enviar mensajes. Así lo hicieron ellos... y entonces Olga fue atando a las patas de las palomas cuerdas con mecha encendidas, y soltándolas. Las palomas, claro, volvieron a las casas de sus dueños, ¡incendiando accidentalmente toda la ciudad!

De esta sangrienta forma, Olga de Kiev erradicó prácticamente a ese pueblo eslavo de la faz de la tierra, y se consolidó como la poderosa gobernante del Rus de Kiev hasta la mayoría de edad de su hijo. Luego Olga se convirtió al cristianismo y empezó a fundar un montón de monasterios, por lo que la hicieron santa, sin tener mucho en cuenta el reguero de sangre que dejaba detrás. 

Restos del palacio de Olga de Kiev. Imagen: Kosh12, CC BY-SA 3.0.

La política de Olga era que el cristianismo fuera la religión de todo el reino, si bien no logró acabar la tarea antes de su muerte, y su hijo Sviatoslav no se convirtió al cristianismo. Pero sí lo hizo el último hijo de este, y nieto de Olga, Volodymyr, que pasaría a la historia como San Volodymyr I el Grande, principal cristianizador del Rus de Kiev.

O sea que cuando estas fiestas de la Mercé 2023 veas desfilar a Olga y Volodymyr junto a los demás gigantes por Barcelona, recuerda no faltarles al respeto, sobre todo a ella. Y si te invitan a algo o te hacen alguna propuesta, ¡mejor diles que no!