El caso ha ocurrido en Perth, Australia, y The Guardian se ha hecho eco de la noticia. Se trata de una enfermedad habitualmente asociada al pasado, el escorbuto, que afectaba a los marineros cuando se lanzaban al mar durante meses y no comían alimentos frescos. La causa es la falta severa de vitamina C. Ahora, un caso de mala alimentación debido a una situación de pobreza por desempleo ha provocado un rebrote puntual.
Un hombre de 51 años de Perth acudió al hospital Sir Charles Gairdner con sarpullidos de color rojizo oscuro en las piernas. Los vasos sanguíneos estaban inflamados y las erupciones cutáneas se seguían extendiendo con el paso de las horas, mientras los médicos le hacían pruebas de todo tipo para determinar qué dolencia padecía. Le hicieron análisis de sangre, biopsias de piel y una tomografía. Finalmente, identificaron que era escorbuto.
El paciente estaba desempleado y vivía solo. A causa de las dificultades económicas por las que pasaba, se alimentaba solo de alimentos procesados, sin verduras, ni frutas, ni ningún otro tipo de alimento fresco como carne o pescado. Durante las últimas semanas, además, se había saltado diversas comidas. Hacía unos años le habían operado del estómago y debía tomarse unos suplementos alimenticios con vitaminas y minerales, pero tampoco podía permitírselos.
El médico jefe del hospital, el doctor Andrew Dermawan, ha explicado al citado diario anglosajón que ha sido toda una sorpresa el diagnóstico: “No es algo que esperaba que sucediera en los tiempos que corren”. El tratamiento prescrito ya ha solucionado la dolencia explícita, el escorbuto, con 1.000 mg de vitamina C al día y diversos suplementos vitamínicos y de ácido fólico. También con un plan alimenticio elaborado por un dietista e, incluso, por iniciativa propia empezó a comerse un limón al día. También es cierto, sin embargo, que la dolencia previa del paciente con el estómago le hacía más propenso a desarrollar el escorbuto, según señalan los médicos.
“El escorbuto está resurgiendo con el aumento del coste de vida”
Con todo, la causa subyacente y origen del problema, la pobreza, aún está por solucionar. Dermawan avisa que “el escorbuto es una enfermedad que está resurgiendo con el aumento del coste de vida”. Por ejemplo, en Australia, lugar del caso, la inflación hace que las familias dependan más de alimentos más baratos, que habitualmente tienen menor valor nutricional. Por otro lado, en algunos lugares del mundo, las frutas y verduras son un privilegio por su elevado coste, ya que habitualmente son importadas.
“Los recursos financieros afectan a la salud de las personas de manera bastante clara… La forma de solucionarlo es comprender lo que está sucediendo y actuar ante la crisis del coste de vida, de modo que todos puedan costear los alimentos que los mantienen saludables”, ha valorado, por su parte, el doctor Tim Senior, experto en salud del Royal College of General Practitioners, al ser preguntado sobre el caso del paciente con escorbuto por el citado diario.