El Proyecto Hombre Catalunya, la ONG que ayuda a las personas que tienen un problema con el consumo de drogas o con otras conductas adictivas, ha hecho pública su memoria del 2023, en la cual revela que durante el último año atendió a 1.553 personas adultas con adicciones (un 4,5% más que en el 2022), de las cuales un 78, % son hombres y el 21,1%, mujeres. De todos los datos recopilados a lo largo de los últimos 12 meses, la organización ha realizado un perfil del prototipo de las personas que ha atendido, y es el de un hombre de 43 años enganchado a la cocaína y una mujer de 41 adicta al consumo alcohólico. La entidad relaciona la brecha cocaína-hombres y alcohol-mujeres en las razones que motivan el consumo de estas sustancias. Mientras ellos buscarían adrenalina y seguir el ritmo de ocio y éxito laboral, ellas consumirían de manera menos social, menos invisible y motivadas por una situación que les provoca malestar.

La cocaína, la que más genera los ingresos

La memoria del 2023 también identifica en la cocaína como la sustancia o conducta adictiva que más genera el ingreso en el programa de tratamiento del Proyecto Hombre Catalunya, en un 46% de los casos. Le sigue el alcohol, que se sitúa ya en un 42% y confirma la tendencia de incremento progresivo y sostenido en los últimos cinco años, ligado a un leve descenso de la cocaína. La directora de la ONG, Neus Casals, ha apuntado que el alcohol sigue estando más normalizado y es más accesible, motivos que facilitan su preeminencia, especialmente en tiempo de crisis.

Por géneros y, aunque en muchos casos la adicción es de más de una sustancia al mismo tiempo, en los hombres la cocaína es la sustancia principal para un 46,8% de los casos y el alcohol está en un 38,9%. En cambio, en las mujeres la situación se invierte, y la adicción en el alcohol es la principal sustancia de ingreso en los programas para un 52,7% de los casos, mientras que la cocaína lo es en un 39,1%. A continuación aparece el cannabis (4,1%), la heroína (3,1%) y las adicciones comportamentales (2,3%). En el conjunto de casos, el tiempo de consumo problemático antes de iniciar el tratamiento es de 18,1 años.

Los porros, el problema de los adolescentes

Fumar porros es mayor problema que lleva a los adolescentes a buscar la ayuda del Proyecto Hombre. Según la memoria del año pasado, el cannabis es la principal sustancia consumida a la hora de pedir ayuda, en un 54,6% de los casos. En segundo lugar, se sitúan las adicciones comportamentales (abuso de pantallas, videojuegos y apuestas en línea), en el 16% de los casos, y después la cocaína (13,6%) y el alcohol (12,3%). De los atendidos, el 82,7% eran chicos y el 17,3%, chicas, con una media de edad de 20 años.

Las mujeres soportan más carga en los cuidados

La mayoría de personas que acompañan al adicto son mujeres, que tienen que soportar la carga mayor en los cuidados familiares. La ONG atendió a un total de 1.131 familiares de personas con adicciones, de los cuales, el 65% son mujeres, y por eso la entidad quiere dar una atención mayor con nuevos programas del Servicio de Orientación Familiar y Terapéutico (SOFT), que es quien atiende las necesidades de los que han dedicado gran parte de su vida a apoyarse en el familiar o amigo adicto y que necesitan su propia atención específica, ha explicado la responsable de la entidad, Neus Casals.

Historias personales

Proyecto Hombre Catalunya es una ONG catalana creada en 1995 para el tratamiento, la prevención y la sensibilización de las adicciones, entre ellas, las drogodependencias, el alcoholismo y las ludopatías. En este tiempo, ha atendido además de 125.000 personas con adicciones, entre ellas, a Ángel, un hombre de 41 años, propietario de una empresa constructora en Barcelona y que ha explicado a la agencia EFE que ingresó en el Proyecto Hombre para hacer un tratamiento cuando| ya hacía más de 18 años que consumía alcohol y cocaína. Ángel reconoce que tuvo que cortar la relación con el 80% de sus amistades para poder cambiar de vida, y explica que su familia, y particularmente sus hermanas, fueron "clave" en el apoyo recibido. El hombre destaca que después del consumo "suele haber malestar y problemas personales e incluso traumas u otros problemas relacionados con la salud mental que las sustancias buscan apagar".

Anabel también ha conseguido superar su adicción en el alcohol y la cocaína. Esta mujer, de 50 años, madre soltera de cuatro hijos, incluso ha cambiado de ciudad y trabajo para conseguir empezar una vida nueva de desintoxicación. Explica a EFE que ver a su hijo normalizar sus adicciones le hizo "cambiar el chip" y decidir que no podía seguir así. "Ahora están muy orgullosos. Siempre lo estuvieron, pero ahora más", dice, satisfecha.