Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 24 de noviembre a un matrimonio por explotar a una mujer venezolana para que gestara a su hijo. La pareja formada por dos hombres ―un venezolano de 29 años y un empresario catalán de 48 años― contactó con la víctima y la convenció para dejar su país e instalarse en Manresa, donde sería usada como vientre de alquiler. A cambio, según avanzó El Periódico, la joven de 25 años recibiría una considerable suma de dinero.

La mujer aterrizó en octubre y prácticamente de inmediato se puso a trabajar en Navidecor, la empresa de decoración navideña que regenta la pareja en Sant Fruitós de Bages. Allí comenzó su particular pesadilla: no solo no recibió ningún tipo de remuneración económica por el trabajo realizado sino que además tampoco le pagaron lo acordado para la gestación del hijo. A esta situación de explotación laboral y sexual también hay que añadirle los malos tratos que recibía la mujer por parte de los dos hombres. 

En cuanto al proceso de inseminación, el matrimonio utilizaba mecanismos caseros sin ningún tipo de garantía ni control médico que acabaron por provocarle infecciones en la zona vaginal. Por esta razón, la mujer acudió a un centro sanitario en Manresa. Tras la inspección, los servicios médicos empezaron a sospechar que podía tratarse de un caso de fecundación doméstica al encontrar restos de semen en la parte infectada. La joven confesó a los técnicos la situación que estaba viviendo y estos la empujaron a denunciar los hechos y la explotación de la que estaba siendo víctima.

Tras poner la denuncia, los Mossos detuvieron a la pareja, que después de prestar declaración, fueron puestos en libertad a la espera de la citación del juez encargado. El caso está ahora a disposición judicial y los acusados se enfrentan a pena por delitos de tráfico de menores en grado de tentativa, lesiones, contra los derechos de los trabajadores y explotación sexual.