La Clínica Universidad de Navarra (CUN) es un centro médico creado por el Opus Dei, que en su diccionario médico afirma que existen desviaciones sexuales, como la transexualidad o la homosexualidad. Según recoge Público, en la categoría de supuestas desviaciones sexuales, el centro médico incluye todo lo que considera alejado de la "norma social admitida en cuanto a la elección sexual o la organización de la sexualidad".
A diferencia de la Organización Mundial de Salud (OMS) o la nueva ley trans, la clínica patologiza la transexualidad. Concretamente, la define como "trastorno de la identidad sexual que consiste en el deseo de vivir y ser aceptado como un miembro del sexo opuesto", recoge el digital. Además, la definición incluye lo siguiente: "Suele acompañarse por sentimientos de malestar o desacuerdo con el sexo anatómico propio y con la intención de someterse a un tratamiento quirúrgico u hormonal para hacer que el cuerpo mismo concuerde, lo máximo posible, con el sexo preferido".
Se llega a equiparar la transexualidad con las parafilias: "En sentido general, se engloban dentro de las desviaciones sexuales las alteraciones de la identidad sexual o transexualismo y los comportamientos anormales con respecto al papel sexual o transvestismo, con respecto a la inclinación sexual o parafilias, y con respecto a la orientación sexual u homosexualidad". Por si no fuera suficiente, se especifica que "en sentido estricto" el término "desviación sexual" hace referencia "a las parafilias o desviaciones sexuales propiamente dichas, también conocidas como perversiones".
Las definiciones de la OMS
Desviaciones, prevenciones, fetiches, conceptos más que desfasados para hacer referencia a realidades complejas como la identidad o expresión de género y la orientación sexual. Así se definen la homosexualidad y transexualidad en el que ha sido considerado por el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa como el mejor hospital privado del estado español.
En cambio, las organizaciones internacionales hace años que han dejado atrás estos discursos LGTBI-fóbicos. El año 1990, la OMS eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Una decisión muy esperada por el colectivo LGTBI, pero ante la cual muchas organizaciones conservadoras y religiosas pusieron el grito en el cielo. Una situación se vivió décadas después, cuando se despatologizó la transexualidad. Concretamente, el año 2018, la OMS eliminó definitivamente la transexualidad de la lista de trastornos mentales.
La estela de la despatologización de la homosexualidad hace décadas que se consolida en la mayoría de países del mundo y, recientemente, pasa también con la transexualidad. Por ejemplo, la nueva ley trans avanza en la despatologización en casos como el derecho a cambiar de sexo sin informes médicos.