Las chinches siguen haciendo estragos. Después de la plaga vivida en Francia, han crecido las preocupaciones por que estos pequeños parásitos irrumpan ahora en Catalunya. Hoy por hoy, la situación no es ni de lejos la del país galo, pero este viernes se ha vivido un episodio que podría ser precursora de la tormenta. El hospital Parc Taulí de Sabadell se ha visto obligado a cerrar una planta entera durante unos días, de forma preventiva, mientras aplica un tratamiento contra una plaga de chinches que se ha detectado.

Según informaron fuentes del hospital en iSabadell, se ha detectado un único caso de estos parásitos. Los hechos tuvieron lugar el pasado 20 de octubre, hace ahora dos semanas, en una habituación de la planta de pediatría del nuevo edificio Ripoll, el anexo al centro hospitalario que se inauguró el año pasado. Ante la detección, decidió aplicarse un primer tratamiento térmico, más conservador, antes de un segundo de las mismas características el día 26, concentrado en el espacio afectado. Ahora bien, la falta de resultados positivos en este sentido ha obligado a ir un paso más allá y aplicar un tratamiento más agresivo.

El hospital ha optado por cerrar completamente toda la planta, que ya contaba con una baja ocupación de solo seis pacientes, los cuales han sido trasladados a otras estancias. A partir del viernes se ha aplicado un tratamiento químico, que es efectivo en un 98% de los casos, y se confía poder erradicar completamente el parásito a lo largo del fin de semana para que el lunes ya pueda reabrir y recibir nuevos pacientes. De esta manera se confía no tener complicaciones en las puertas del invierno, cuando aumentan los ingresos por gripe, bronquiolitis y otras infecciones respiratorias.

¿La calma antes de la tormenta?

Al principio de octubre ya saltaron las alarmas a Francia. El país vecino había pasado a vivir, casi de la noche a la mañana, un auténtico "calvario" por una plaga de chinches de cama, que afectó viviendas, salas de cine y transporte público. Ante esta situación, en Catalunya parecía que imperaba la calma antes de la tormenta. Los expertos se mueven entre la tranquilidad, la precaución y la incertidumbre, mientras ven como los pequeños parásitos han sometido el estado francés en una especie de psicosis colectiva que preocupa a los ciudadanos de todo el continente europeo. La realidad es que las chinches ya están en la península Ibérica, tal como informó este viernes a la empresa especializada Anticimex: las plagas aumentaron al estado español un 71% entre en enero y en septiembre del 2023 respecto del mismo periodo del año anterior, con el volumen mayor de avisos en Madrid y Catalunya (con especial incidencia en Barcelona). Y hace tiempo que han llegado estos parásitos, desde que se devolvió a la normalidad después de la pandemia de la covid-19, con el retorno del turismo y el consiguiente movimiento de personas --aunque publicaciones como National Geographic también señalan las altas temperaturas de la crisis climática y la resistencia desarrollada por los parásitos en los productos químicos diseñados para eliminarlas.