La responsable de Élite Taxi Social, Luz González, cuenta que el sector del taxi no es discriminatorio con la mujer, aunque admite que está muy masculinizado y son pocas las que se dedican a él. Tras 30 años trabajando opina que ha habido progresos, pero resalta que todavía queda mucho trabajo por hacer.
¿Vais a hacer huelga para el 8-M?
Sí, a ver huelga total no sé exactamente, cada una es libre, pero sí que estaremos en la manifestación de la tarde. Intentaremos que haya un número importante de mujeres en la manifestación.
¿Qué más acciones haréis?
Haremos una donación de mil euros para la Fundación Ana Bella, que ayuda a mujeres maltratadas. Además, iremos juntas a la manifestación con una pancarta bien grande. Los grupos de WhatsApp arden desde hace días con los preparativos. Nos estamos coordinando.
¿Crees que el taxi es un sector muy masculinizado?
Lo era. Ahora creo que no lo es tanto. Llevo 30 años trabajando y es verdad que tenías que aguantar algún que otro improperio como el típico “tendrías que estar fregando platos”. Pienso que ya no es así. Además, es de los pocos oficios, hoy día, donde no hay discriminación a la hora de cobrar con respecto a los hombres. La mayoría somos autónomas, tenemos el mismo convenio y sé que se cobra exactamente lo mismo.
¿Has tenido algún problema con algún taxista hombre?
La verdad es que no. Cuando empecé quizá un poco más. Éramos muy pocas y no era habitual ver a mujeres taxistas en el aeropuerto, por ejemplo. Nos veían como un bicho raro. Al ser mujer, te tienes que ganar el sitio doblemente. El trabajo era muy masculinizado. ¡Y no lo entiendo porque creo que es ideal para las mujeres! Nos permite criar a nuestros hijos con horario compatible, lo podemos elegir. El beneficio de la mujer es enorme y a nivel de trabajo siempre tenemos ese problema.
En mi caso, me tocó. Hacía horarios rarísimos. Salía a las 6 de la mañana, volvía a las 8 para llevarlos al cole, volvía a recogerlas, las dejaba en casa… volvía a salir… fue una época dura. Crie a mis hijas prácticamente sola y el taxi me ayudó muchísimo.
Al ser mujer, te tienes que ganar el sitio doblemente
¿Te has sentido arropada por tus compañeros hombres?
Particularmente, sí. No he sentido ningún tipo de discriminación. A este trabajo sólo le puedo decir gracias, tengo compañeros fabulosos. Me conocen mucho, nos hemos hecho amigos, son como mi familia.
Y haciendo algún servicio, ¿te has encontrado con problemas?
Alguna vez me he sentido intimidada, aunque yo tengo mucho carácter. Ven a una mujer y pasa como cualquier otra situación en la calle como que te lancen piropos inadecuados. Y eso molesta. Cuando empecé, puede ser que la gente no quisiera subirse si eras mujer, hoy creo que es al revés. Les encanta.
Alguna vez me he sentido intimidada realizando un servicio
¿Cómo entran las mujeres en el sector del taxi?
La mayoría entran porque el marido es taxista o el padre, es decir, por vínculo familiar. Que se atrevan sin haberlo visto no es lo más normal. Yo, sin embargo, fui de las emprendedoras, pero es un ramo que desconoces y, además, requiere una inversión inicial bastante importante. Así que, la vía ‘fácil’ es la del marido –en caso de familiar directo, las licencias se pueden compartir--.
¿Existe organización entre las mujeres taxistas?
Nos hemos organizado juntas para reivindicaciones. La mayoría estamos en Élite Taxi y somos bastante guerreras. El 8-M estará el sector del taxi de Barcelona representado y con coches al principio de la manifestación, si nos dejan, llevados por mujeres.
¿Qué crees que tendría que cambiar dentro del sector?
En mi opinión, todavía hay trabajo por hacer. Los servicios a los aeropuertos para nosotras, por ejemplo. Para que te hagas una idea, la segunda vez que nos hicieron servicios nuevos fueron letrinas. Lo protestamos y al final nos lo cambiaron.
También creo que serían necesarios más sitios en la ciudad para podernos parar, harían falta servicios para podernos parar. No nos podemos detener en cualquier lado.