Este martes, la segunda jornada de huelga de los tripulantes de cabina de Ryanair ha dejado retrasos y dos cancelaciones al aeropuerto del Prat. Según ha informado USO, sindicato que convoca las protestas junto con Sictpla, hasta las 9:00 horas los vuelos suspendidos realizaban los trayectos Barcelona-Londres y Londres-Barcelona. También se han registrado cuatro retrasos. En cambio, hasta el momento, en Girona las protestas no han afectado a ningún vuelo a primera hora de la mañana, de manera que no se han registrado ni cancelaciones ni retrasos.
Con respecto al conjunto del Estado español, la ciudad más afectada ha sido Málaga, con 10 vuelos con retrasos. En Palma se han registrado cuatro retrasos y en Madrid y Alicante, tres. En Sevilla, Ibiza y Santiago de Compostela ha salido o llegado con retraso un vuelo a cada aeropuerto, y a Valencia, cabe. La huelga podría afectar a los once aeropuertos españoles donde opera Ryanair: Madrid, Málaga, Sevilla, Santander, Alicante, Valencia, Barcelona, Girona, Santiago de Compostela, Ibiza y Palma.
Primera jornada de huelga
El pasado lunes empezó la primera jornada de huelga de la nueva serie de protestas convocadas por los sindicatos USO y Sictpla. El cómputo final de la jornada fue de diez vuelos cancelados y 233 que circularon con retraso a todo el Estado español. Desde USO se hizo un nuevo llamamiento a la aerolínea para que se siente a negociar, pero hasta el momento la compañía se ha negado.
El secretario de comunicación de USO, Pau Ibarzábal, insistió en la necesidad de sentarse en negociar un convenio colectivo estatal y mostró su "decepción" con el papel jugado por el Gobierno, especialmente por los servicios mínimos decretados. Los servicios mínimos decretados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en algunos casos protegerán hasta el 85% de los vuelos programados por la compañía, lo que, para Ibarzábal, es "abusivo".
En lo que llevamos de verano este 2022, las protestas de los tripulantes de cabina han marcado el tráfico aéreo del Estado. Sin embargo, a pesar de la afectación de las protestas, la aerolínea irlandesa sigue volviendo la espalda a las propuestas de negociación de sus trabajadores. Ante la negativa constante, el pasado 27 de julio anunciaron seis meses de huelgas, desde el 8 de agosto hasta el 7 de enero de 2023, con paradas de lunes a jueves. Todo para conseguir un convenio colectivo firmado bajo la legislación española, después de que la empresa cerrara con CCOO un acuerdo sobre salarios, rosters (cuatro días en activo seguidos de tres libras) y complementos de los tripulantes de cabina españoles.