Vueling ha cancelado preventivamente 36 vuelos este domingo en el aeropuerto de Barcelona por la nueva jornada de huelga de tripulantes de cabina convocada por el sindicato Stavla. Según ha informado la compañía en un comunicado, operará 144 de los 180 trayectos programados con origen o destino a la capital catalana, el 80% de los previstos. A escala estatal, operarán el 90% de los trayectos programados, 210 de 232. En el conjunto de la operativa de este 11 de diciembre, Vueling ha anulado 76 vuelos, de manera que se elevarán 543 vuelos de los 619 previstos, un 88%. La compañía ha asegurado que un 94% de los afectados ya han sido reubicados y han confirmado la alternativa que se les ha ofrecido.
El paro de los tripulantes de cabina convocada por el sindicato Stavla arrancó el 1 de noviembre y, si no hay un acuerdo con la compañía, se prevé que se alargue hasta el 31 de enero, cada lunes, viernes, domingos y festivos. Stavla es la organización de trabajadores mayoritaria entre los tripulantes de cabina de Vueling y, según el Ministerio de Transportes, cerca de 2.250 empleados están llamados a la protesta. La compañía prevé operar aproximadamente el 90% de los vuelos programados para el resto de días de paro convocado.
Conciliación imposible de los trabajadores de Vueling
En noviembre y coincidiendo con una de estas jornadas de huelga, decenas de trabajadores de Vueling se concentraron en el exterior de la Terminal 1 del aeropuerto del Prat para exigir un incremento salarial que compense el poder adquisitivo perdido por el aumento del coste de la vida. Al grito de "del aire no se vive", los concentrados cargaban contra la dirección de la aerolínea por su nula voluntad negociadora. La jefa de la sección sindicato de Stavla en Vueling, Guadalupe Romero, destacaba que la huelga de los tripulantes de cabina está teniendo un seguimiento masivo, de más del 95%, porque la situación se está haciendo "insostenible". "La huelga no es un pulso en la empresa, es una necesidad por garantizar nuestro futuro", ha añadido. Aunque cada día se operan la mayoría de los vuelos, buena parte salen con retraso.
Una de las principales quejas de los trabajadores de Vueling es que aunque sus sueldos han quedado congelados, la carga de trabajo no para de crecer, lo que hace que, a pesar de no llegar a final de mes, les sea imposible conciliar su vida hace miliar.