Pendiente de recuperar medioambientalmente cinco años después de una condena firme. Esta es la realidad de la zona contaminada por exceso de escombros y lixiviados salinos en Súria y Sallent. Su recuperación tiene que ser costeada por parte que de tres empresarios (condenados a dos años de prisión en el 2014 y rebajado a cinco meses en el 2016) y la empresa Iberpotash, al ser condenados por un delito contra los recursos naturales, el medio ambiente. La titular del juzgado de lo penal 1 de Manresa ha ordenado ahora a esta empresa que presente un plan "ampliado" de recuperación ambiental y retirada de los escombros salinos al descubierto sobre los terrenos no permeabilitzados en las zonas de Cabanases, Fusteret, Súria, Botjosa, Cogulló y Sallent, y con un calendario de los trabajos detallado. Y pedirá la opinión de la Agencia Catalana del Agua (ACA) y del Departament de Territorio sobre el plan. Iberpotash presentó el primer plan de recuperación de la zona en el 2017 y la multinacional ICL Ibérica lo amplió el verano del 2020. Un perito independiente ha informado a la jueza de que el plan presentado es insuficiente y por eso se le reclama que, en el plazo de un mes, lo amplíe, medida compartida por la fiscalía de Medio Ambiente de Barcelona, y si no lo completa requerirá el auxilio judicial al Departament de Territorio.

Se da la circunstancia que el febrero pasado la Comisión de Urbanismo de la Catalunya Central dio luz verde a la modificación del Plan Director Urbanístico de la Minería (PDU), que es un primer paso para la construcción de una macroplanta solar sobre la montaña de sal del Cogulló de Sallent (escombrera cerrada el verano del 2019), en el Bages. Los ecologistas ya han expresado que se opondrán frontalmente al proyecto porque consideran que lo qué tiene que hacer ICL Ibérica, que explota las minas del Bages, es cumplir con la sentencia que los obliga a retirar los residuos de potasa. Paralelamente, Urbanismo aprobó la creación de un nuevo vertedero salino en Súria, la población que ahora concentra toda la actividad minera. El nuevo vertedero se ubicará en torno al Fusteret, e ICL tendrá que impermeabilizar la base. Este plan prevé la retirada total de restos del Cogulló en un plazo de 50 años, pero, de momento, ICL solamente ha empezado a retirar tímidamente parte de la escombrera de la Botjosa, según informa la ACN. El proyecto de la empresa minera prevé la creación de 7 parques solares en la cara sur del Cogulló, con una superficie global de 12,5 hectáreas y una capacidad de producción continúa de 30 megavatios.

Medidas

En la resolución, de enero pasado, la jueza Neus Codina detalla las actuaciones que tiene que hacer Iberpotash para que "se recuperen los niveles de salinidad natural de esta zona". Primero de todo, le ordena que haga un estudio geológico regional en 3D, un estudio piezométrico y un estudio hidroquímico e isotópico con la finalidad de diseñar de forma concreta y en un "plazo breve de tiempo" las propuestas de descontaminación de las zonas afectadas. Además, le insta a establecer puestos de control de cloruros en tiempos reales en todos los ríos, pozos y que Iberpotash indique en qué plazos lo hará. Asimismo, indica todas las actuaciones que hay que hacer en los pozos de las zonas de Súria, Callús, Santpedor y Sallent. En la resolución, la jueza recuerda que Rafael Eduardo Sánchez, Antonio Luis Sánchez y José Ramon Membrillera fueron condenados de forma solidaria con Iberpotash en concepto de responsabilidad civil a  costear la recuperación de los pozos y fuentes particulares de la zona afectada, y al Ayuntamiento de Santpedor, titular de la fuente Grant.

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