La iglesia de Sant Esteve d'Olot ya no es una iglesia y a partir de ahora será una basílica. Se convierte así en la cuarta basílica de la Diócesis de Girona, después de que el Papa Francesc lo haya distinguido con este reconocimiento. De esta manera, el ahora ya antigua iglesia de Sant Esteve se añade a la catedral de Girona, a la de Sant Feliu también de Girona y a la de Castelló d'Empúries, como basílicas de la diócesis. Así lo ha anunciado este jueves el obispo de Girona, fray Octavi Vilà en un acto en la nueva basílica olotina. El fray fue quien reactivó la iniciativa una vez asumió el cargo el pasado mes de abril y desde el rectorado destacan que se trata de un hecho "muy relevante", no solo para la comunidad cristiana, sino también especialmente por la ciudad. El papa Francisco ha otorgado el nuevo título a la hasta ahora iglesia de Sant Esteve basándose en tres motivos diferentes: la historia de la comunidad cristiana de Olot, el patrimonio que guarda el templo y la vida religiosa que tiene.

La basílica como referente

El título de basílica se ha otorgado desde Roma y llega 4 años después de empezar los trámites para dejar de ser iglesia. En 2020, la Asociación de Amigos de Sant Esteve y la parroquia impulsaron el cambio de categoría y el obispo Francesc Pardo lo solicitó en la Santa Sede. Con la muerte del obispo, el proceso se detuvo hasta que el nombramiento del fray Octavi Vilà como nuevo obispo de la diócesis de Girona reimpulsó el proceso. "Hoy concluye un proceso largo. Es un reconocimiento a muchos aspectos de la parroquia. Hoy también se inicia otro camino. A partir de ahora, la basílica de Sant Esteve pasa a ser centro de referencia para nuestro obispado. Damos gracias al Señor por este proceso y todas a las personas que han estado detrás para impulsarlo. Es un momento de gozo para la iglesia de Girona, Olot y la Garrotxa" ha afirmado el obispo de Girona. Por su parte, el mosén Pere Domènech ha afirmado que "el hecho de ser basílica tiene que hacer que siga siendo un referente. Tenemos que mirar que sea una recuperación para la vida y la referencia de la parroquia con sus actividades de servicio a la fe".

Nuevos símbolos en la basílica

La categoría de basílica permitirá en el templo lucir en el interior tres elementos nuevos: la sombrilla, el tintinábulo y el escudo pontificio, que se situarán en el altar mayor. El primero se trata de un pequeño paraguas de seda amarilla y roja bajo el cual se sitúa el santo padre cuando visita una basílica. El seundo es una especie de campanario que suena cuando se hacen visitas pontificias, y por último, el escudo tiene las llaves de San Pedro.

El nombramiento de basílica es el segundo más importante, después de catedral, al cual puede aspirar un templo religioso. En el mundo hay 1.500 basílicas, 31 de las cuales se encuentran en Catalunya, aunque son menores. Las mayores se sitúan en Roma, y son Sant Joan de Laterà, Sant Pere del Vaticà, Sant Pau Extramurs y Santa Maria la Major.