La imagen de vehículos amontonados y apiñados en las calles y carreteras del País Valencià se han convertido en el símbolo visual de la devastación material causada por esta DANA que ha provocado una tragedia humana, con más de 64 víctimas mortales (62 en el País Valencià, una en Cuenca y otra en Albacete), e incontables daños materiales. Centenares de coches han sido arrastrados por las aguas y apiñados en diferentes viales de municipios y carreteras, principalmente de la red secundaria, como la V-31 (antigua N-332), conocida como la Pista de Silla, y tramos importantes de autovías. Algunas de las más afectadas han sido la A-3, conocida como la Autovía del Este, que es una de las principales autovías radiales de España y que conecta Madrid con el País Valencià, así como la A-7, que es crucial para el transporte de mercancías y viajeros a lo largo de la costa mediterránea.
Infraestructuras afectadas
Miles de personas quedaron atrapadas en los vehículos durante horas, y la fuerza de las inundaciones provocó que centenares de coches fueran arrastrados por las aguas torrenciales. En varios municipios de la provincia de Valencia se pueden ver los vehículos de todo tipo apilados y completamente inutilizados. Testimonios de los afectados describen escenas caóticas con coches perdidos por el agua, el que representa no solo una pérdida material para sus propietarios y para las compañías de seguros, sino que también supone un grave problema de movilidad que afecta toda la región, con los coches inutilizados, las vías de comunicación cortadas y el transporte en la zona seriamente comprometido. Además de los daños a las infraestructuras viarias, con más de 60 carreteras afectadas, se suma las importantes afectaciones en la red ferroviarias del País Valencià, con la suspensión de cinco líneas de cercanías y los servicios de Alta Velocidad entre Madrid y Valencia, y la conexión AVE entre Valencia y Sevilla, además de los servicios de larga y media distancia, entre ellos entre Valencia y Tortosa, y el servicio de trenes que conecta Valencia y Barcelona.
El paso de la DANA también ha dejado numerosas afectaciones en los municipios y pueblos del País Valencià que se han visto golpeados por las inundaciones, los desbordamientos de los ríos y todos los destrozos que el agua ha provocado. Paiporta, de la Comarca de la Horta Sur, que se encuentra a unos 10 kilómetros en el sur de la ciudad de Valencia. Su alcaldesa, Maribel Albalat, ha asegurado que hay "decenas de muertos" y ha descrito la situación como "trágica", con una localidad "absolutamente incomunicada", a causa de una crecida y una fuerza del agua nunca vista en la localidad, y las autoridades judiciales se están desplazando para certificar las muertes e identificar los cadáveres que están apareciendo a las calles inundadas. Chiva, situado a 31 kilómetros en el oeste de Valencia, capital de la comarca de la Hoya de Bunyol, ha sido otra de las localidades más afectadas, con 500 litros por metro cuadrado; también Utiel, a causa del desbordamiento del río Magre; Torrent, Requena, Retoñar, Riba-roja, Aldaia, Alaquàs, Cuarto de Poblet, Picanya, Catarroja, Silla o Beniparrell.
Pérdidas catastróficas
Aunque todavía es pronto para tener cifras precisas sobre las pérdidas económicas causadas por la DANA en el País Valencià, algunos sectores ya están alertando de las "pérdidas millonarias" que ha provocado. Es el caso de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), que estiman daños del 100% de la cosecha en algunos cultivos, que hablan de "pérdidas catastróficas de consecuencias incalculables" en el campo valenciano, con miles de hectáreas de cítricos, caqui, hortalizas, viñas y otros cultivos. También hay daños significativos en infraestructuras agrarias como caminos rurales, acequias, sistemas de riego, almacenes, invernaderos, maquinaria y naves agrícolas y ganaderas. Estas afectaciones también provoca problemas para alimentar y dar a beber los animales.
El sector de la industria también ha quedado muy dañado, con numerosos parques y polígonos industriales, y fábricas destrozadas, lo que sugiere pérdidas importantes, con la paralización obligada de centros de producción y logística. Pero la propiedad privada es de las que más ha sufrido a causa de la DANA y el parque de viviendas de los municipios se ha visto muy afectado, con miles de casas completamente destruidas por la fuerza del agua y miles de familias que lo han perdido todo el que tenían. También tiendas y negocios que son el medio de vida de centenares de personas.