El juzgado de instrucción 7 de Vilanova i la Geltrú investiga la muerte del joven agente de los Bombers de la Generalitat de Catalunya, Joan Liébana —en la foto de esta noticia—, que perdió la vida en un incendio en una nave de vehículos el 17 de junio de 2021. A raíz del atestado que hicieron los Mossos d'Esquadra, se abrió una investigación que ahora ya se ha acabado y el magistrado José Villodre López mantiene imputado al cabo de Bombers M.F.C. por un presunto delito de homicidio por imprudencia por su actuación durante el incidente en que murió el bombero de 30 años, que hacía muy poco que había entrado a formar parte del cuerpo de Bombers. En la causa también estaban imputados el compañero de binomio del bombero y el conductor del vehículo, pero el juez ha archivado la causa contra ellos dos y solo será enviado a juicio el cabo. La Generalitat de Catalunya también tendrá que comparecer en el juicio como responsable civil subsidiario.
Según consta en el auto que se ha conocido hoy, firmado por el juez del 7 de Vilanova i la Geltrú ayer, 13 de julio, se apunta que, durante la intervención de los bomberos en el incendio, el cabo imputado no se dio cuenta de que faltaba Joan Liébana cuando salieron de la nave en llamas, a pesar de estar en perfectas condiciones. Fue en torno a las 14.15 cuando el cabo ordenó a los bomberos entrar en la nave, sin embargo, asegura el juez, no instaló la pizarra en el exterior para saber cuáles y cuándo entran los efectivos en el interior de una zona caliente. Los efectivos que entran dejan su nombre, una banda de ropa que llevan en el uniforme, en la pizarra, y así se sabe quién está dentro de la infraestructura en llamas, pero aquel fatídico mediodía de junio no se hizo, asegura la investigación hecha por los Mossos d'Esquadra y tutelada por el juzgado que estaba de guardia en aquel momento.
El cabo no detectó que faltaba Liébana
El objetivo de los cuatro bomberos que accedieron al interior de la nave era localizar y atacar con agua el foco del incendio, pero la visibilidad en el interior de la nave era imposible por culpa del humo. Los cuatro iban aferrados a una manguera, lo que se conoce en la jerga como 'línea de vida'. El cabo imputado, que también había accedido al interior de la nave, por las condiciones de visibilidad, hizo tirar atrás al pelotón. Los bomberos giraron sobre ellos mismos. En aquel momento Joan Liébana soltó la manguera para girar y se desorientó y no pudo seguir a sus compañeros y tampoco salir de la nave en llamas.
En el exterior, los tres bomberos que salieron, los que habían entrado con el bombero muerto, fueron atendidos por los servicios de emergencia, por mareos y problemas de respiración; el juez asegura que no estaban en condiciones de echar de menos a su compañero. En cambio, aunque sí que estaba en buenas condiciones de salud, el cabo tampoco alertó de que faltaba uno de los componentes de su equipo. Cuando lo detectaron, los bomberos volvieron a entrar en el interior de la nave, al cabo de una hora, pero ya fue demasiado tarde. Joan ya estaba muerto. Según consta en la autopsia, murió por insuficiencia respiratoria una vez se le acabó el oxígeno de la bombona que llevaba y haber inhalado monóxido de carbono y los gases provocados por el humo del incendio. No haber instalado la pizarra del Control de Accesos y Control ERA (CACE), como se conoce técnicamente, y no haber detectado que faltaba un miembro de su equipo cuando salieron al exterior de la nave, hace que el juez impute al cabo por un presunto delito de homicidio por imprudencia.
El juez reclama mejores medidas de seguridad
Aunque los sindicatos de los Bombers también denunciaron una posible mala condición de los equipos de respiración, el juez apunta lo contrario y asegura que el equipamiento que llevaba el bombero fallecido "era correcto y estaba en buenas condiciones", tal como detalla el auto. El juez, sin embargo, sí que argumenta la necesidad de mejorar las medidas de seguridad que permiten a los Bombers de la Generalitat avisar de posibles problemas en el interior de zonas calientes, como en el caso de Vilanova i la Geltrú, que, asegura, habrían podido evitar el trágico final. "Llevan un botón de alarma que no consta apretado por el Sr. Liébana, pero no incluye el dispositivo llamado 'hombre muerto' que activa un aviso cuando se detecta inmovilidad durante treinta segundos y que quizás habría evitado el trágico desenlace", asegura el juez José Villodre López.
Ahora será el turno de la Fiscalía quien tendrá que presentar su escrito de calificación con el fin de iniciar los trámites para la celebración del juicio o, si, por el contrario, cree que se tiene que archivar la causa y no ir a juicio contra el cabo de los Bombers de la Generalitat y la administración.