Los Mossos d'Esquadra imputan homicidio y lesiones por imprudencia grave al conductor del accidente mortal de Susqueda (La Selva). En el coche que se despeñó viajaban siete personas, todas de una misma familia. Quien iba al volante era el padre, un hombre de procedencia marroquí de 33 años.

Desde Mossos, se abrió una investigación en torno al accidente. De entrada, se vio que había dos imprudencias. La primera, que el coche iba sobreocupado; y la segunda, que el vehículo no llevaba ningún tipo de sistema de retención infantil.

Este miércoles, la policía ha citado al padre en la comisaría de Girona. Allí, los Mossos d'Esquadra le han hecho saber que se le imputan los delitos de homicidio y lesiones por imprudencia grave. El caso irá a parar ahora a los juzgados, que será quien se encargará de instruir las diligencias y citará al padre a declarar.

En el momento del accidente, lo acompañaban su mujer (embarazada de seis meses), la suegra y cuatro hijas de 10, 8, 3 y 1 año. Además de ir sobreocupado, el coche no llevaba ningún sistema de retención infantil. El accidente tuvo lugar un kilómetro más arriba de la presa el martes 6 de diciembre. El coche, un Opel Vectra, bajaba de la carretera que lleva al Veïnat del Coll, tomó mal una curva muy pronunciada y cayó por un desnivel de 7 metros y medio hasta quedar boca abajo. A consecuencia del impacto, la madre, la abuela y la hija pequeña de 1 año perdieron la vida.