El juzgado de Instrucción 7 de Barcelona ha citado como investigados a cinco agentes más de la Policía española por las cargas en la escuela Àgora y las Escoles Pies de Sant Antoni y del Nen Jesús.
El juez habla de actuaciones "a priori desproporcionadas" en los tres casos y se basa en diferentes imágenes grabadas donde, además de verse las actuaciones policiales, se pueden identificar los agentes. Un hecho básico para poder hacer el juicio por agresiones.
Ahora mismo ya hay 9 agentes de la Policía española investigados por las cargas del referéndum del 1 de octubre.
Escuela Àgora
"Sin que pueda saberse el motivo, los agentes empiezan a utilizar sus defensas, tanto los que están en la acera como los que están en la rampa, que obviamente están en un plan superior, golpeando de forma indiscriminada a las personas que hay allí". Así relata el juez los hechos en el auto, al cual ha tenido acceso El Nacional, donde cita a los tres nuevos acusados de las cargas en la escuela Àgora de Nou Barris.
El juez destaca como los golpes de porra "van de arriba abajo, golpeando forzosamente la parte superior del cuerpo de los ciudadanos concentrados" y resuelve que el uso de la fuerza en este caso "a priori en este caso parece desproporcionado tanto con respecto a la situación existente como la finalidad de la intervención, al no existir motivo por el que las defensas de los agentes se utilizaran de aquella manera".
El juez se basa en los vídeos que se han aportado como prueba, donde se ven las intervenciones policiales del 1 de octubre y remarca que "no se observa en los vídeos aportados ninguna agresión hacia los agentes ni lo que pasó dentro de la escuela".
Escoles Pies Sant Antoni
De las cargas en las Escoles Pies de Sant Antoni, en la ronda Sant Pau 72, de Barcelona, sale la citación de un investigado. Es el jefe de la unidad que actuó en esta escuela y que tendrá que identificar a otros agentes que habrían cargado en este centro y que aparecen en diferentes imágenes y vídeos que se han aportado junto con la presentación de la querella.
De los hechos en la escuela Sant Antoni el juez dice que "sin que se escuche avisos previos o alguna advertencia, los agentes empiezan a coger a estas personas y las tiran al suelo o las empujan hacia fuera, sin miramientos y utilizando ciertamente una violencia desproporcionada a la situación que allí hay".
En este caso el juez habla "de agresiones gratuitas" y se refiere a patadas a gente que hay en el suelo "de forma absolutamente innecesaria" o tres puñetazos a un ciudadano que se acerca confuso con las manos alzadas a la policía y que acaba en el suelo recibiendo patadas de diferentes policías.
Escoles Pies del Nen Jesús
El juez imputa un agente también de las cargas a la escuela Nen Jesús de Barcelona donde hubo varios heridos. Aquí "los agentes inician una actuación arrastrando a la gente que hay sentada en el suelo, a veces con golpes y patadas. Algunos son empujados violentamente y otros estirados de las orejas", dice el auto. En su escrito, el juez destaca que antes de la actuación policial "no se observa ninguna actividad violenta por parte de las personas que hay concentradas, limitándose a obstaculizar con su cuerpo el acceso al colegio".
El juez concluye que, aunque el monopolio del uso de la fuerza corresponde al Estado, este uso de la fuerza es legítimo "siempre que exista una justificación" y se haga con "proporcionalidad". "En otras palabras, puede ser constitutiva de infracción penal aquella actuación policial claramente injustificada y sin proporcionalidad", aclara y avisa el juez.
En la escuela Nen Jesús había, según el informe policial, unas 300 personas "en actitud de resistencia". "Como se trataba de una entidad privada, se ordenó no proceder a ninguna actuación en este lugar abandonándolo", dice el atestado donde también subraya que los Mossos d'Esquadra que había en la zona tuvieron una actuación "completamente pasiva, dedicándose únicamente a observar lo que estaba pasando".
Pero el juez concluye en el auto que "la actuación policial no fue tan aséptica como se indica en el informe", ya que los vídeos demuestran que los agentes de la policía española "empujaron, balancearon y golpearon a las personas que había en esta escuela y alerta que los hechos descritos podrían comportar delitos más graves que el abuso de su cargo de policía.