Nuevo susto. No es el primero y no será el último, antes de que llegue la campaña de verano, incendio que pone en alerta a todo el cuerpo de Bomberos. Todavía con el incendio de la Selva del Camp por acabar de apagar, al mediodía las llamas empezaron a quemar zona urbana y forestal a los pies de la montaña Escarnosa, en el término municipal de Calafell, en el Baix Penedès. Las llamas avanzaron en dirección a dos urbanizaciones, las de Mas Mel y Bellamar, llegando a tocar algunas de las casas. El fuego afectó a algunas vallas de casas, si bien no hay ninguna edificación afectada. Esta madrugada, cuando faltaban pocos minutos para las seis, los Bomberos lo han podido dar por estabilizado después de una noche de mucho trabajo para poder rodear el fuego y evitar que las llamas siguieran avanzando en dirección sudeste, hacia la trama urbana, con la ayuda del viento de mistral. Alrededor de las dos del mediodía, ya se ha podido dar por controlado.
El incendio de Calafell obligó a desalojar tres calles de la urbanización de Mas Mel, donde las llamas llegaron más cerca. Justo una calle, que sirvió de cortafuego, ha evitado que las llamas entraran en las casas de la calle de Horta, Girona y Ponent. El viento, que sopló muy fuerte durante toda la tarde, sí que hizo saltar alguna chispa en el interior de algún patio, pero quedó en un susto. Cuando los Bomberos pudieron parar el avance de las llamas, los evacuados pudieron volver a su casa y esta mañana, ya con el incendio estabilizado, se ha podido levantar el confinamiento de las dos urbanizaciones. El trabajo durante la noche ha sido duro en Calafell. Decenas de Bomberos han trabajado para cumplir el objetivo que era poder rodear las llamas. Esta mañana queda el olor de quemado y alguna fumarola, pero ya no se ven llamas vivas en toda la zona de la montaña y de las calles próximas a la urbanización. Hacía las dos del mediodía ya se ha podido dar por controlado y durante la tarde los Bomberos mantendrán equipos en la zona para remojar y evitar reanudaciones.
Investigación para aclarar las causas del fuego de Calafell
Al mismo tiempo, los Agentes Rurales, tal como ha explicado el jefe en el Campo de Tarragona, Cándido Rincón, han abierto una investigación para aclarar qué inició las llamas que después empujó el viento de mistral. Según las primeras investigaciones se está mirando si fueron algunos restos de podas, la acción humana -se hacen muchas rutas a pie por esta zona- o una línea eléctrica. Ahora mismo no hay ninguna de las tres líneas de investigación que tenga más fuerza que las otras. Lo que sí que han podido confirmar los Agentes Rurales, en un vuelo perimetral que han hecho esta mañana sobre la zona caliente, es que las llamas han afectado un total de 24 hectáreas. En el interior de la zona afectada hay zonas verdes; "al ser un fuego conducido por el viento que iba saltando, hay clapas verdes", ha explicado Miquel López, inspector de los Bomberos, jefe del dispositivo desplegado en Calafell. Aunque se ha levantado el confinamiento, los Bomberos y los Mossos d'Esquadra han pedido evitar ir a la zona para hacer "piroturismo" para evitar congestionar los caminos y evitar complicar la movilidad de los servicios de emergencia.
Las llamas a cinco metros de las casas
Algunos vecinos han explicado que si bien todo ha quedado en un susto, ayer se vivieron momentos de mucha tensión cuando veían que las llamas se acercaban a su casa. Algunos vecinos, como los de la calle de Horta, vieron las llamas a pocos metros, solo cinco metros las separaban de las vallas de su casa. Algunos de ellos se marcharon y otros se quedaron para remojar la zona y mover a sitios más alejados el mobiliario de los jardines. Esta mañana, grupos de vecinos se han acercado hasta la zona negra para ver de cerca hasta dónde llegó el fuego.
Todavía no era el momento de limpiar el sotobosque, porque no es la época del año adecuada. "No esperábamos que en marzo tendríamos un incendio con condiciones de julio", ha apuntado el alcalde de Calafell, Ramon Ferré, desde el centro de mando avanzado a los Bomberos en el pabellón de Joan Ortoll. En esta urbanización, junto a masa forestal, no hay franjas de protección. El alcalde, sin embargo, se ha quejado de la burocracia que existe. "Hay trámites que duran año y medio o dos años hacerlos y cuando lo tienes limpio al cabo de dos meses ya vuelven a crecer las hierbas", ha apuntado al alcalde socialista.
Cuatro incendios en pocas horas
Además del incendio de Calafell, en menos de 24 horas los Bomberos de la Generalitat de Catalunya tuvieron que trabajar en tres incendios más. Uno grave, en la Selva del Camp, por debajo de l'Albiol, que obligó a cortar una carretera y trabajar también contra el viento. Finalmente, se calcinaron casi 13 hectáreas de masa forestal. También se trabajó en un incendio en el Perelló y otro incendio en Gavà.
Los Bomberos de la Generalitat hace semanas que alertan que la sequía y las temperaturas, no habituales para esta época del año, complican mucho las tareas de extinción cuando se inicia un incendio y cuando las condiciones meteorológicas son adversas, como el fuerte viento de mistral que se ha vivido en esta zona las últimas horas. El jefe de los Agentes Rurales en el Campo de Tarragona también ha reconocido que están preocupados por la primavera que viene con respecto a los incendios. "Tenemos una vegetación muy estresada, hace mucho tiempo que no llueve", ha asegurado Cándido Rincón.