El incendio forestal de La Palma, que desde la madrugada del sábado quema al nordeste de la isla, sigue avanzando sin control este domingo. Aunque la evolución durante la noche había sido positiva y el avance de las llamas había disminuido su velocidad por la bajada de las temperaturas y la llegada de la humedad, el fuego se ha reactivado en la parte alta del municipio de Tijarafe y los servicios de emergencias trabajan con medios aéreos y terrestres para evitar que la reactivación se consolide y pueda llegar a las casas. Según ha declarado el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, las condiciones meteorológicas cambiantes y las fuertes rachas de viento están dificultando las tareas de extinción.

El fuego ha entrado en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y los equipos de emergencias trabajan para evitar contener el avance de las llamas en dirección norte. El director del parque, Ángel Palomares, ha explicado que el fuego avanza, aunque en una velocidad más lenta de lo que se esperaban. Además, ha mostrado su confianza en que, aunque hay material para quemar, los barrancos puedan actuar como cortafuegos naturales. A estas alturas hay 400 efectivos y once medios aéreos, entre los cuales hidroaviones venidos de otros puntos de España, haciendo todo lo posible para poder contener el fuego. De cara a la noche, los esfuerzos se centran en evitar que el incendio, que ha afectado a los municipios de Puntagorda y Tijarafe, llegue también a Garafía. El objetivo es minimizar el flanco derecho y cerrar el flanco izquierdo antes de la llegada de la esperada entrada de viento del noroeste.

Más de 4.000 desalojados y una veintena de casas quemadas

A estas alturas, el fuego ya ha afectado cerca de 4.700 hectáreas, ha quemado una veintena de edificaciones y ha obligado a desalojar a más de 4.200 vecinos, que al principio se mostraban reticentes a marcharse de sus casas. Afortunadamente, el número de desalojados no se eleva desde de última hora del sábado y todo parece indicar que algunos de ellos, incluso, podrían volver pronto a sus casas. La principal preocupación a estas alturas es la evolución del fuego en el interior del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que la fuerza del viento empiece a disminuir y este lunes ya esté completamente calmado, lo que podría ayudar a extinguir el incendio.

El incendio ha obligado a desalojar a más de 4.000 personas. / Europa Press
Más de 400 efectivos trabajan para apagar les llamas / Miguel Calero / EFE
El fuego ha afectado a cerca de 4.700 hectáreas. / Miguel Calero / EFE