Nuevo incendio forestal en las Terres de l'Ebre. Cuando pasaban pocos minutos de las tres y cuarto de la tarde de este sábado, 11 de mayo, el teléfono de emergencias 112 recibió el aviso de que había un incendio que quemaba una zona de vegetación muy cerca de la carretera T-723, a su paso por el término municipal de Batea, en la Terra Alta. Los Bombers de la Generalitat se desplazaron hasta el sitio para intentar apagar las llamas con 33 dotaciones terrestres -23 de los cuales eran de agua y el resto de transporte de personal y mando- y nueve medios aéreos, entre los cuales cuatro helicópteros bombarderos, uno de mando y cinco avionetas de vigilancia y ataque. En total, 119 efectivos del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAFO), Equipos de Prevención Activa Forestal (EPAF), el Grupo Operativo de Soporte (GROS) y la Unidad de Mando Media (UCM).
Las llamas, empujadas por el viento, avanzaron sin control en dirección noroeste con el flanco derecho alineado de forma paralela a la carretera T-723, con lanzamiento de focos secundarios a más de 50 metros, hasta llegar a Aragón, donde entró a través del término municipal de Nonasp, en la comarca aragonesa del Matarranya. Allí, el fuego saltó la A-2411 afectando a ambos lados de la vía. La proximidad de las llamas provocó que se haya tenido que cortar la circulación en el tramo que va desde el kilómetro 5 de la T-723 a Batea, por el lado catalán, hasta el kilómetro 10 del A-2411 en Nonasp por el lado aragonés. Los bomberos consiguieron cerrar con línea de agua y herramientas manuales la cola del incendio, en Batea, y, por suerte, el viento aflojó por la noche.
A las ocho de la mañana de este domingo, los Bombers de la Generalitat han dado el incendio por estabilizado, después de haber conseguido parar el avance de las llamas de la cola y el flanco derecho en torno a la medianoche. A estas alturas, continúan en el sitio con seis dotaciones terrestres a los cuales está previsto que se incorpore un helicóptero MAER.
Los Bombers de la Generalitat han trabajado conjuntamente y en coordinación con medios de extinción del Gobierno de Aragón en un perímetro de unas 500 hectáreas. De estas, ha quemado unas siete hectáreas de vegetación en territorio catalán del término municipal de Batea, según datos provisionales del Cuerpo de Agentes Rurales. Aparte, han trabajado también los Mossos d'Esquadra y el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). Con respecto al centro de emergencias del gobierno de Aragón, que este sábado había activado la alerta naranja en el Matarranya ante el elevado peligro de que se pudiera producir un incendio forestal, activó la situación operativa 1 de la fase de emergencia del Plan especial de protección civil de emergencias. Los equipos de extinción del 112 Aragón se desplazaron con tres medios helitransportados, dos helicópteros bombarderos, dos dotaciones terrestres y dos autobombas. Además, también se han sumado efectivos de los Bomberos de Caspe.
Segundo incendio esta semana en las Terres de l'Ebre
El de este sábado es el segundo incendio forestal que tiene lugar esta semana en las Terres de l'Ebre. El anterior se produjo el pasado martes y el fuego hizo la dirección contraria, se inició en Aragón y entró en Catalunya por el municipio del Horta de Sant Joan, también en la Terra Alta. Las llamas, de alta intensidad, avanzaron propagadas por el viento de mistral hasta que, ya en territorio catalán, el terreno forestal se acabó y chocó con unas tierras de labranza, lo que facilitó la actuación de los equipos de extinción y que los Bombers lo pudieran dar por estabilizado ya de madrugada. El fuego afectó a una zona de unas 60 hectáreas, la mayoría en Aragón. Las Terres de l'Ebre es uno de los puntos con un riesgo más alto de producirse este tipo de incendios y en las últimas semanas ya se habían producido también algunos a Paüls o la Pobla de Massaluca.