Aunque la tramontana ha seguido soplando durante todo el domingo en el Alt Empordà, el perímetro del incendio que afecta a Portbou y Colera se mantiene estable y no ha habido reavivamientos durante el día, más allá del que se ha tenido que controlar a primera hora de la mañana. Los Bombers han mantenido el dispositivo de extinción durante la jornada, revisando el perímetro para detectar puntos calientes y rematarlo, ya sea con líneas de agua o con herramientas manuales. Con respecto a los medios aéreos, el helicóptero de mando ha podido sobrevolar la zona para hacer tareas de coordinación y revisión, pero el helicóptero bombardero no ha podido volar y descargar agua por culpa de la tramontana. En este sentido, se espera que durante la noche las rachas de viento aumenten su fuerza, aunque a lo largo de la madrugada está previsto que disminuya de intensidad. De cara al lunes, la tramontana se mantendrá, pero poco a poco irá a la baja.
Durante la noche y la madrugada del lunes, una treintena de dotaciones de los Bombers de la Generalitat se mantendrán en la zona. El dispositivo estará formado por camiones de agua, efectivos del GRAF (Grupo de Actuaciones Forestales) y de los EPAF (Equipos de Prevención Activa Forestal), vehículos ligeros de coordinación y mando, y la unidad media de mando. El objetivo, si el viento lo permite, es poder dar el incendio por controlado este lunes. "A la espera de la evolución de esta noche, mañana nos plantearemos el cambio de fase del incendio", ha asegurado el jefe territorial de la región de emergencias de Girona, Miquel València, en declaraciones a la prensa desde el centro de mando de Colera. Aunque el límite del incendio está estabilizado, València no ha descartado que "pueda crecer con este viento", por lo cual los esfuerzos de los Bombers se centran ahora mismo en hacer "tareas de revisión constante del perímetro".
El incendio provoca importantes pérdidas económicas en los establecimientos de Portbou
El incendio, más allá de quemar 573 hectáreas de terreno entre Portbou y Colera, también está provocando importantes pérdidas económicas para los establecimientos de los municipios, especialmente por los cortes en la carretera y la falta de suministros que hubo este sábado por la mañana. Los principales afectados son los hoteles y restaurantes, muchos de los cuales tenían reservas que se han acabado cancelando. En los establecimientos hoteleros, a duras penas, están los clientes que ya estaban antes de que empezara el fuego. Los que todavía tenían que llegar, aunque con la reserva hecha podían entrar en Portbou, han decidido buscar otros destinos.
En el caso de los restauradores, al hecho de que muchos clientes hayan optado por no ir, se le tiene que sumar que han tenido que tirar en la basura la comida que ya habían comprado. En algunos casos, estiman que eso les supondrá unas pérdidas de hasta 5.000 euros. Además, otros establecimientos tampoco pudieron abrir durante el sábado por la falta de suministro eléctrico. Asimismo, muchos clientes habituales son franceses, pero ahora no pueden cruzar la frontera. El alcalde de Portbou, Gael Rodríguez, se ha comprometido a reunirse con los comercios "para saber qué afectaciones han tenido" y trabajar con el resto de administraciones para ayudarlos.