Un nuevo incendio vuelve a quemar Catalunya este jueves por la tarde. Después de los grandes incendios en La Selva del Camp y Calafell que han tenido lugar esta semana, ahora el fuego está quemando un área de unas 80 hectáreas de pastos y zona forestal en el municipio de Canejan, en la Vall d'Aran. Es una zona muy próxima a la frontera con Francia y se estima que hay un potencial de 800 hectáreas que podrían ser devoradas por las llamas. El complicado acceso a la zona dificulta las labores de los servicios de emergencias desplazados para apagar las llamas. En estos momentos están trabajando unos doce efectivos de los bomberos de la Vall d'Aran (Pompiers) y de los Bombers de la Generalitat, entre las cuales está el Grupo de Apoyo de Actuaciones Forestales (GRAF). También se han activado agentes de Medio Ambiente.
Por el flanco derecho se está extendiendo gracias al fuerte viento que sopla en la zona, pero por el flanco izquierdo está estático. Es precisamente este lado el que hubiera podido generar una mayor preocupación, ya que se encuentra a tan solo 600 metros de distancia de un núcleo de población habitado. De hecho, se han quemado dos bordas del pueblo de Campespin donde no había nadie. Se espera que el fuego, que se ha iniciado alrededor de las cinco de la tarde, siga quemando este viernes mientras los equipos de emergencias trabajan para poder darlo por estabilizado. Durante la tarde se había activado también un helicóptero que ha tenido que parar su labor al caer la noche y que la reanudará esta mañana.
Tras estabilizar el incendio, la tarea principal de los bomberos es "acompañar" el fuego y vigilar que no traspase los límites. Es decir, que no entre en las zonas urbanas y que se tenga que desalojar a una parte de la población de la Vall d'Aran. Por ello, todavía no se puede dar una hora exacta para darlo por extinguido, aunque ya ha quemado diversas cabañas, pero sin daños personales.
Catalunya vive la primera ola de incendios forestales del año
El incendio en la Vall d'Aran es el último de una larga lista de incendios forestales que Cataluña ha vivido en la última semana. Las fuertes rachas de viento, la sequía por la falta de lluvias y las altas temperaturas, nada habituales en esta época del año, han combinado entre ellas formando un polvorín propicio para este tipo de desastres. Durante los últimos días, los Agentes Rurales han tenido activado el nivel 2 del Plan Alfa y han realizado más de 500 actuaciones relacionadas con la prevención de incendios. Esto no ha impedido que se acabaran produciendo algunos, con especial relevancia los de la Selva del Camp y Calafell, ambos en Tarragona. En el primer caso, el fuego se inició a la madrugada del martes y no pudo darse por extinguido hasta la noche del miércoles, después de que hubiera quemado cerca de 12,5 hectáreas forestales entre La Selva del Camp y L'Albiol. Los Agentes Rurales apuntan a una quema de poda mal apagada como el posible origen del fuego.
En el segundo incendio, en Calafell, que se inició el martes por la tarde, la proximidad a las urbanizaciones de Mas Mel y Bellamar hizo que se extendiera el pánico entre los vecinos, que tuvieron que confinarse en casa. De hecho, los residentes de las viviendas de las tres calles más cercanas tuvieron que ser evacuados, pero pudieron volver a sus casas sobre la medianoche. Después de una larga noche con más de cincuenta dotaciones de los Bombers, se pudo dar por controlado sobre las dos del mediodía del miércoles, aunque este jueves por la noche todavía no se ha podido dar por extinguido y quedan cuatro dotaciones terrestres remojando las zonas calientes. En ese caso, los Agentes Rurales apuntan a un problema con una línea eléctrica como la causa del incendio. Se han abierto diligencias en el Juzgado de El Vendrell.