Un estudio ha concluido que incorporar hábitos de vida saludable mejora los principales indicadores de salud en seis meses. Son los resultados del estudio MedCARS, hecho durante medio año a 600 trabajadores voluntarios de Seat. Los resultados demuestran una correlación directa entre la dieta mediterránea, el cambio de hábitos real y tutelado y la mejora de la salud de la población. En sólo seis meses mejoran los principales indicadores de salud como el riesgo cardiovascular, la calidad del sueño y la salud mental y emocional. Esta investigación, impulsada por Seat, IrsiCaixa, el Hospital Clínico, ITAE Empresas y científicos de Harvard, han recopilado la base mayor de datos mundial de microbioma asociado a una intervención en la dieta.
Previamente, en abril del año pasado, el Comité Científico hizo la presentación de un estudio sobre la salud de los trabajadores de Seat que permitió concluir que la compañía constituye una muestra universal del entorno y que los resultados se pueden extrapolar al resto de la población. A partir de aquí se empezó el estudio MedCAR.
Un grupo de 300 trabajadores de la fábrica Seat en el Prat recibió consejos de hábitos saludables. Por otra parte, se hicieron seis intervenciones para mejorar los hábitos de vida de trescientos trabajadores de la fábrica Seat de Zona. Eso incluía consejos de nutrición, recetas saludables y de deporte, intervención psicológica en trabajadores y sus familias, un bocadillo saludable durante la jornada laboral, oferta saludable en máquinas de venta y se dio 5 litros mensual de aceite de oliva y 30 gramos diarios frutos secos a todos los trabajadores.
El consultor de Medicina Interna del Hospital Clínico de Barcelona, Ramon Estruch, ha dicho que después de meses de análisis del comportamiento de la muestra se ha observado una mejora en la salud de los trabajadores. Sobre todo una mejora significativa de factores asociados al riesgo cardiovascular. "Los parámetros más importantes son la disminución del peso y del perímetro de la cintura", ha explicado. También se observa una mejora del perfil lipídico y reducción de marcadores de inflamación. Además el grupo de intervención presenta una mejora de la puntuación de salud mental y mejor calidad de sueño.
Por su parte, la psicóloga y directora de formación de ITAE Empresas, Laura Solana, ha remarcado que son necesarias herramientas psicológicas para poder llevar a cabo los cambios de hábitos. Ha dicho que la intervención psicológica es "básica" para mejorar la gestión de las emociones y la resiliencia, que proporcionan una plataforma para promover cambios en la conducta, mejor adherencia a la dieta mediterránea y un estilo de vida saludable.
La doctora e investigadora de Harvard Mercedes Sotos-Prieto ha dicho que "pequeños cambios en hábitos de vida saludables se han podido ver manifestados en la mejora de los indicadores de salud".
Los investigadores han recolectado muestras de microbioma intestinal antes y después de la intervención. El jefe del servicio de enfermedades infecciosas del hospital universitario Hermanos Trias y Pujol, Bonaventura Clotet, ha dicho que con esta nueva biblioteca de datos se abren "nuevas vías de investigación que permitirán analizar el impacto de los cambios nutricionales sobre el microbioma intestinal". Este estudio permitirá avanzar para ver si el papel del microbioma es determinante o no en determinadas patologías y permitirá prevenir y mejorar el estado de salud de las personas a través de la alimentación.