Indignación en Nueva Zelanda por la nueva categoría que se ha añadido en el torneo de caza North Canterbury, en el nordeste de la isla sur del país, donde los menores de 14 años tenían que competir para cazar y matar gatos. De hecho, el participante que más gatos consiguiera matar tenía que recibir un premio de 250 dólares neozelandeses, que suponen unos 142 euros. En las normas del concurso se establecían una serie de "límites", como por ejemplo, que aquel menor que matara la mascota de alguien, es decir, un animal que lleve chip, sería automáticamente descalificado de la competición. Ante las críticas recibidas y la retirada de uno de los patrocinadores, la organización ha decidido cancelar la competición. Aunque, solo en esta categoría, ya que se mantiene la categoría de caza como las de ciervos o jabalíes, para mayores de edad.
El diario neozelandés Stuff, ha explicado que uno de los representantes de la organización de protección animal aseguró que los niños y los adultos no podrían diferenciar entre un gato salvaje, de calle, o doméstico que estuviera asustado, motivo por el cual también pondrían en riesgo la vida de mascotas u otros animales que no representaran una amenaza para las especies del país. La organización animalista SAFE también ha dicho la suya y ha lamentado que "tendríamos que estar enseñando a nuestros niños empatía hacia los animales, no entregándolas las herramientas para matarlos." Lo más sorprendente, es que el objetivo del concurso era recaudar fondos para una escuela local.
Decepción de la organización
Los organizadores de la competición han indicado en un comunicado que están decepcionados por la reacción de la opinión pública. Y finalmente, han decidido cancelar el acontecimiento "para evitar más reacciones violentas". "Desgraciadamente, se han enviado algunos correos electrónicos y mensajes viles e inapropiados a la escuela y otras personas involucradas. Estamos increíblemente decepcionados con esta reacción". En este escrito, la organización apunta que la principal prioridad es tanto la seguridad de los patrocinadores como de la escuela. En este sentido, defienden que en las bases del torneo se incluye un aviso para que los participantes no mataran gatos de compañía.
La cancelación del concurso se ha producido después de la denuncia de la muerte de un gato salvaje a raíz de la infección de una herida causada por un rifle de aire comprimido, alguna cosa que había puesto alerta a asociaciones protectoras de animales que expresaron su rechazo al acontecimiento de caza. Este acto ha provocado la indignación de varias asociaciones animalistas, que han expresado su contrariedad con el concurso.
Los gatos salvajes, una plaga en Nueva Zelanda
Los gatos salvajes son una plaga en Nueva Zelanda, donde tienen un gran impacto en los pájaros nativos, murciélagos, lagartijas, ratones e insectos. Los gatos salvajes actúan como depredadores y atacan algunas especies en peligro de extinción. El Departamento de Conservación explica que con el fin de controlar la población de gatos salvajes, se utilizan trampas, y se les envenena y dispara.