Cáritas Barcelona ha revelado que la inflación ha obligado a casi 9 de cada a 10 hogares atendidos por la entidad a reducir el gasto en alimentación. Según ha indicado la entidad, incluso algunas personas han explicado que dejan de comer y pasan hambre para poder pagar la habitación de alquiler o realquiler en la cual viven. A lo largo del 2022, Cáritas Barcelona se ha visto obligada a aumentar un 36% las ayudas económicas en alimentos, y un 28% las destinadas a pagar alquileres. Este miércoles, la jefa de análisis social e incidencia de esta entidad, Míriam Feu, ha informado en una rueda de prensa de que cerca de 4.000 hogares atendidos no pueden pagar los gastos de la vivienda, mayoritariamente de alquiler o realquiler, o los suministros básicos (agua, luz y gas) y que 4 de cada 10 han cambiado de domicilio por cuestiones económicas. Un 55% de estas familias no puede mantener la vivienda a una temperatura adecuada y pasan frío.
La entidad ha presentado este miércoles los datos del estudio ‘Impacto de la inflación en las personas atendidas por Cáritas Barcelona’, que se ha elaborado a partir de sus cifras internas, aquellas extraídas de una encuesta pasado octubre, así como las de un informe elaborado por la Fundación FOESSA. En este sentido, se muestra como las familias usuarias de Cáritas están sufriendo de forma “intensa” la subida del coste de la vida, añadida a una crisis aún no resuelta provocada por la pandemia. En la rueda de prensa también estaba el director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets, y el obispo auxiliar de la archidiócesis de Barcelona, Javier Vilanova.
Impacto en la salud
Míriam Feu ha lamentado que el hecho de que las familias tengan que reducir su gasto en alimentación, tiene un impacto directo en la salud de las familias, ya que del total de familias atendidas, un 43% aseguran que no pueden seguir una dieta y "un 65% de las personas han dejado de comprar alimentos frescos por el aumento de precios", ha explicado. Además, ha señalado que hay personas adultas atendidas que han confesado que dejan de comer para poder pagar la vivienda en la cual viven y para que coman sus hijos o nietos. Por su parte, Salvador Busquets ha pedido que "no podemos normalizar la exclusión ni tampoco las viviendas de realquiler. Necesitamos una política de vivienda estable, con mirada a largo plazo, a quince o veinte años, como se ha hecho en Europa". En este sentido, ha abogado por un acuerdo político en Catalunya, "con visión estratégica", sobre la vivienda.
Busquets ha considerado que "una cierta limitación de precios" en el alquiler se necesita y que es "el menos malo" mientras no se ponga en marcha una bolsa de vivienda pública, que es el que "hace falta a Catalunya". Bajo su opinión, "el único camino es el acuerdo (entre las formaciones políticas) sobre vivienda pública y el respeto a lo mismo" y no como sucedió con el Pacto Nacional para la vivienda 2007-2016, que no se ha cumplido, según ha opinado. Busquets ha insistido en que en el actual contexto social son necesarias políticas públicas de vivienda, de ingresos mínimos y apoyo a las familias con niños y adolescentes porque "la desigualdad ha ido aumentando y las personas con menos recursos no han conseguido recuperar los niveles previos a la gran recesión" del 2008.
Colaboración por Navidad
El director de Cáritas ha alertado de la preocupación de la situación haciendo un símil de los bosques llenos de ramas caídas, que es necesario "limpiar los bosques de ramas que se acumulan en el sotobosque y evitar que se acumule una carga de fuego que provoque incendios", en el sentido que algunas personas pueden aprovechar la grave situación social para animar y manipular disturbios. Cáritas Barcelona ha reclamado hoy que de cara al 2023 las rentas del trabajo sean complementarias con la Renta Garantizada de Ciudadanía y el Ingreso Mínimo Vital y que se cuente con un complemento económico que pueda destinarse a los gastos de vivienda. La campaña de Cáritas para esta Navidad, está bajo el título "Solo el amor lo ilumina todo", y desde la entidad piden la colaboración de personas individuales y también de "empresas y bancos", como ha indicado el obispo, "porque la situación es crítica", ha añadido.