El pasado 9 de marzo, tres jóvenes geólogos de 28, 29 y 31 años quedaron sepultados por una roca de 1,9 toneladas que se desprendió del techo de una galería al Minador 30, a unos 800 metros de profundidad. Los esfuerzos de sus compañeros y de los Bombers de la Generalitat no sirvieron de nada, murieron. Hoy se ha conocido el informe interno que ha redactado la empresa que gestiona la mina del Bages, ICL Iberia, que si bien concluye que fue "imprevisible" también lamenta "errores" de comunicación entre los trabajadores. Los tres geólogos no recibieron la información de una incidencia en el techo de una zona próxima, a unos 8 metros, cuando entraron en su turno por la mañana.
Una roca de 1,9 toneladas
"No se trata de un elemento causal, pero es un punto a mejorar. Se cortó la cadena de comunicación", ha apuntado el consejero delegado de ICL, Patricio Chacana. Los tres jóvenes que murieron sepultados eran los encargados de mirar la mina y ofrecer a los operarios las instrucciones por dónde seguir con las excavaciones para conseguir más material de la manera más segura. Las víctimas fueron Óscar M., de 28 años y especializado en mecánica de rocas; Victoriano P., de 29 años y especializado en control de grado; y Daniel A., de 31 años y estudiante de máster de posgrado de la Universidad de Manresa. "Se trataba de dos trabajadores con muchas horas de experiencia a la mina de Cabanasses. Y, desgraciadamente, el tercero era un estudiante en prácticas que solo hacía 10 días que trabajaba con nosotros", han explicado desde la empresa.
A pesar de este error de comunicación que ICL ha aceptado, la empresa explotadora de la mina asegura que el accidente fue "imprevisible". La alarma saltó a las 7:35 h en el Minador 30, a la zona de explotación de la mina de Cabanasses. Uno liso de carnal·lita cayó sobre los tres geólogos, que ya no pudieron salir. La roca que los aplastó hacía 5,8 metros de longitud, 2,6 metros de anchura y unos 40 centímetros de grueso, con un peso aproximado de 1,9 toneladas. El equipo de rescate de la mina y los Bomberos de la Generalitat, con varias unidades especializadas, estuvieron varias horas en poder acceder a los geólogos, certificar la muerte y extraerlos en la superficie.
Más seguridad
El consejero delegado de la empresa asegura que fue un accidente horroroso que se ha saldado con la pérdida de tres compañeros. La mejor manera de honrar a la memoria de los finados es hacer la mina más segura". Desde la empresa se estudiarán, aseguran, más mecanismos de seguridad en el interior de las cámaras de la mina.