Se ha acabado encontrar anuncios en las redes sociales sobre búsquedas que se han hecho a Internet, previamente. Instagram y Facebook tendrán que dejar de recopilar los datos de los usuarios para ofrecerles publicidad personalizada basada en su comportamiento. La Junta Europea de Protección de Datos (JEPD) anunció este martes que ha pedido a la entidad que regula la protección de datos de Irlanda, donde está la sede de Meta-matriz de las dos redes socials-que dentro de dos semanas ya no se permita en ambas plataformas "todo tratamiento de datos personales con finalidades publicitarías basada en el comportamiento". Así pues, eso supondrá que Instagram ya no podrá enseñar anuncios de cosas a que hemos buscado previamente en Internet.
La decisión de Europa supone una gran vez para Meta, que basa gran parte de su negocio en la captación y el análisis de datos a partir de la interacción entre millones de personas en sus redes sociales para recopilar información y ofrecer así los anuncios personalizados de forma muy concreta. Según denuncia la Unión Europea, este mecanismo va en contra de lo que especifica el Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD).
Multa diaria para Meta
La petición de poner fin esta práctica de Meta ha llegado a petición de Noruega—país fuera de la UE. El julio pasado, la Autoridad Noruega de Protección de Datos ya pidió en Meta que dejara de recopilar los datos de las búsquedas para enviarlos esta publicidad personalizada, como la empresa no ha obedecido, el país nórdico le impone una multa diaria de 85.000 euros desde el mes de agosto, que caducó este martes.
El orden de Europa se comunicó en la empresa de Mark Zuckerberg este lunes, coincidiendo con el día que Meta anunció la intención de ofrecer versiones de pago, sin publicidad, de Instagram y Facebook. Meta anunció que a partir de noviembre empezará en Europa una opción de pago para estas dos aplicaciones a cambio de poder usarlas sin publicidad. En un comunicado, la compañía especificó que el precio de esta opción—que incluye las dos redes— será de 9,99 euros en el mes en web y 12,99 en la aplicación telefónica, y que se aplicará a la Unión Europea, Suiza y el Espacio Económico Europeo. Sin embargo, el comunicado emitido por la compañía no hace referencia a WhatsApp, propiedad igualmente de Meta y una de las más populares en el continente europeo (en mucha mayor mide que los Estados Unidos).
La nueva opción de pago se implanta "para cumplir con las regulaciones europeas en desarrollo", aunque subraya que seguirá abogando "por una internet con soporte publicitario", por lo cual en el espacio europeo las dos opciones -de pago y gratuita con publicidad- estarán disponibles.