Fue el gran anuncio que hizo a bombo y platillo el anterior director de la policía Manel Prat. El 12 de junio del 2013, en medio de la polémica por las pelotas de goma, justo después del caso Ester Quintana, el que había sido mano derecha de Felip Puig sorprendió a todo el mundo, hasta al personal del propio departament, con el anuncio de utilizar los cañones de agua en manifestaciones violentas.

La idea era rehabilitar el "botijo", el antiguo camión comprado el año 1994 a una empresa de Ciudad Real, que ya lo había reciclado de su punto de origen, Israel. El camión de cañones de agua de los Mossos sólo se ha utilizado, en los últimos 20 años, en dos exhibiciones. Cuando se hizo el anuncio, pretendían poner en marcha los cañones en un mes. Ni en aquel momento ni todavía ahora, que han pasado 3 años, ni se han hecho los protocolos ni se ha formado a los agentes.

Ahora el nuevo director de los Mossos tiene claro que no se utilizarán los cañones de agua en manifestaciones violentas. La línea de Interior es completamente diferente. "Es un instrumento que no está previsto que tenga ningún tipo de utilidad de orden público", dice Albert Batlle a El Nacional, y bromea: "quizás lo utilizaremos un día para apagar un incendio".

Batallitas

"A parte de dejarme a mí un día duchado de arriba abajo, no le veo ningún tipo más de uso", dice Albert Batlle a El Nacional mientras ríe. "Hicimos unas jornadas de puertas abiertas, pusimos el cañón de agua para que lo vieran. En un momento determinado decidieron dispararlo justo en el momento que yo pasaba por allí debajo. Y me quedé calado de arriba abajo. Evidentemente este es un instrumento que nosotros en este momento no prevemos que tenga ningún tipo de uso".

"Yo no recuerdo ninguna manifestación en nuestro país en la que se haya utilizado los cañones. En la época del franquismo le decían la meona, que además era prostática. Recuerdo una de las primeras manifestaciones que tuve cuando todavía no era ni siquiera estudiante universitario, apareció el tanque de agua y vimos aquel monstruo y, al dispararse, salió un chorrito e hizo el ridículo más espantoso".

Un cañón sobre un Mercedes Benz

El camión de cañones de agua de los Mossos d'Esquadra, los cuales ahora ya sí sólo se utilizarán para exhibiciones, es un Mercedes Benz modelo RC1 3500, que tiene 6,63 metros de largo, por 3,1 de alto y 2,4 de ancho. Tiene una capacidad de 3.500 litros y el chorro de agua llega a los 60 metros. Nunca se informó de cuál era la presión con la que salía el chorro.

El camión tiene una autonomía limitada y no pasa por algunas calles de la ciudad de Barcelona, por donde estaba previsto que fuera si había desórdenes públicos. El camión no tiene acceso a plaça Sant Jaume, por ejemplo, pero sí que serviría para desalojar Plaça Catalunya. Los sindicatos advirtieron que tendría que ir escoltado y con un camión de apoyo con más tanques de agua.