El principal cambio es el relevo de el jefe técnico y político de los Mossos. Ferran López sustituye a Josep Lluís Trapero y Juan Antonio Puigserver, los cargos políticos. Se extingue el cargo de la dirección general de la policía, de la que no sólo colgaban los Mossos, sino también las policías locales.
El otro gran cambio es que prisiones pasan a manos de Interior. Hasta ahora Servicios Penitenciarios dependía de Justicia. Se marchó del paraguas de Interior cuando el tripartito dividió lo que había sido una sola conselleria de Interior y Justicia en dos con Joan Saura y Montserrat Tura.
Ara el Ministeri del Interior, sitúa prisiones bajo la estructura del departamento de Interior porque "el ministerio de justicia no tiene competencias en esta materia".
El resto de estructura del departamento queda intacto. Tráfico, Protección Civil y Bomberos "mantendrán los actuales cargos y estructuras".
Esto quiere decir, que por el momento, mantienen el cargo los directores generales de Protección Civil, Joan Delort; de Tráfico, María Eugenia Domenech; y Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos, Juli Gendrau.