Sólo faltan las últimas revisiones para que el departamento de Interior ponga en marcha el plan para detectar casos de radicalización islamista en las escuelas. Se trata de un plan que están elaborando los mossos d'esquadra para "facilitar a la comunidad educativa la detección de los indicios u observaciones que puedan hacer determinar a la policía que un alumno o alumna del centro educativo puede estar en proceso de radicalización", según informan fuentes de Interior a El Nacional.
Como ocurrió con el plan para detectar pertenencia del alumnado a grupos organizados juveniles violentos (como las bandas latinas), el plan girará en torno a la figura de la policía de proximidad, que será a quien informe de estos indicios a la Unidad Regional de Proximidad y Atención al Ciudadano si la dirección del centro observa. Estas observaciones que pueden ser útiles a la policía para detectar casos de radicalización pueden ser la ausencia continuada de un alumno a actividades extraescolares, baje su rendimiento a la escuela, cambia sus hábitos de vestimenta en poco tiempo u otras que el personal docente vean relevantes. Esos datos se cruzarán con posibles datos que ya estén en conocimiento de la policía. En caso de que la policía confirme las sospechas, se seguirá un protocolo a tres bandas, con la familia, los diferentes peldaños de los cuerpos policiales y la escuela.
Organizaciones de profesores lamentan que no se les haya pedido opinión en ningún momento para elaborar este plan del que, dicen, sólo conocen lo que aparece en los medios. Ya han anunciado que no piensan hacer de policías a las escuelas. A Ramon Font, portavoz de USTEC, le parece grave que el plan ponga el foco en el islam y no en otros tipos de radicalización, y de hecho le preocupa más la islamofobia que la radicalización islamista: piensa que la prevención tiene que venir de la educación. "Me niego a dar a un alumno por perdido", explica, "si se hubiera mantenido la asignatura de educación para la ciudadanía, sería más eficaz que cualquier protocolo". Interior asegura que no es esta la intención, sino dar apoyo a las escuelas con esta policía de proximidad con quien podrán estar en contacto permanente.
Este plan se gesta desde los atentados de París del 13 de noviembre de 2015 y se añade a un conjunto de líneas de actuación antiterrorista en Catalunya, entre las que también hay cárceles y otros equipamientos públicos.