La C-16 o Eix del Llobregat es uno de los puntos calientes de la red vial catalana por la intensidad de tráfico que genera los fines de semana de invierno, especialmente durante la época de esquí. Esta carretera, que es un eje vertebrador del Berguedà, y la vía principal de conexión del área de Barcelona y la Catalunya Central con el túnel del Cadí, la Cerdanya y la Catalunya Nord, será objeto de una transformación en su tramo entre Berga y Bagà, de 20,7 kilómetros, que es el único que no está desdoblado. En este tramo, el Eix del Llobregat registra entre 6.100 y 10.800 vehículos al día; pero los fines de semana de la época invernal se alcanzan puntas alrededor los 20.000 vehículos, que se producen principalmente, viernes y domingos por la tarde, con una fuerte asimetría; es decir, los viernes mayoritariamente en sentido norte y los domingos, en sentido sur. El Gobierno invertirá 240 millones de euros en esta transformación que la consellera de Territori, Ester Capella, ha presentado este jueves a los alcaldes y alcaldesas de los términos municipales que abarca el proyecto, Berga, Cercs, la Nou de Berguedà, Sant Julià de Cerdanyola, Guardiola de Berguedà y Bagà. El Departamento licitará las obras del primer tramo, entre Berga y Cercs, el primer trimestre del 2025.
Mejora de la fluidez y la seguridad
Esta actuación se considera una de las más relevantes que se harán en la red vial de la Generalitat en los próximos años. Las actuaciones que se realizarán para renovar este tramo de 20,7 km mejorarán la funcionalidad, la fluidez y la seguridad del tráfico, y se traducirán en la construcción de nuevos carriles, el ensanchamiento de la vía y la implantación de un sistema pionero en el Estado de tercer carril reversible con barrera móvil. En total, el proyecto incluye la construcción de cinco túneles, que suman una longitud total de 2,3 kilómetros, entre los cuales hay que remarcar el túnel en la Nou de Berguedà, de 870 metros de longitud. Con respecto a estructuras, se prevé la construcción de una treintena, que suman una longitud de 2,2 kilómetros. Sobresale el nuevo viaducto que se construirá a su paso por Cercs, más ancho que el actual –tendrá un tercer carril reversible con barrera móvil— con una longitud de 290 metros.
¿Qué es el sistema de barrera móvil?
La implantación de una barrera móvil permite que un tercer carril sea reversible en función de la intensidad del tráfico en determinadas franjas horarias, según explica el departament de Territori. Funcionará en un sentido o en otro en función de las necesidades, gracias a la implantación de esta barrera móvil que permite separar los sentidos de la circulación. Este sistema funciona mediante una máquina de transferencia, que coge la barrera –que es de hormigón– y la va trasladando mientras circula a unos 8-16 km/h. Esta operativa se efectúa en el sentido donde se cierra el carril y, en condiciones normales, en horarios de poco tráfico. Por otra parte, la actuación prevé un diseño de los carriles que permite un espacio suficiente en caso de que se produzca alguna incidencia en el sentido de carril único.
Aumentarán las zonas de adelantamiento
Así, esta actuación comportará un incremento de la fluidez en esta vía, adaptándose, además, al comportamiento del tráfico característico de este tramo, a la vez que mejorará la seguridad vial, ya que aumentarán las zonas de adelantamiento y se instalará una separación física de los dos sentidos de la circulación. Asimismo, se transformarán las 15 intersecciones que actualmente tienen giros a la izquierda en enlaces a diferente nivel, hecho que también incidirá en la seguridad y la funcionalidad de la carretera.
Teniendo en cuenta estos factores, el Departamento ha elaborado un proyecto de trazado que se ha sometido a información pública y a tramitación ambiental, a la vez que ha trabajado con los agentes del territorio para consensuar el encaje de la propuesta. Como resultado, ha introducido mejoras ambientales y técnicas y prevé aprobarlo durante esta primavera, ha anunciado la consellera Capella, y licitar el primer trimestre del año que viene las primeras obras, en el tramo Berga-Cercs. La consellera ha destacado que los objetivos principales del proyecto es "garantizar la seguridad vial y dar una solución funcional a los problemas de congestión que afectan notablemente los vecinos del Berguedà. Al mismo tiempo daremos solución a la movilidad de proximidad, también en modas de movilidad activa". En este sentido, Capella ha puesto en valor que "para hacer esta propuesta final y llegar a la mejor solución técnica y ambiental hemos analizado y tenido especialmente en cuenta todas las alegaciones y aportaciones recibidas de los Ayuntamientos y los agentes del territorio".