La Guardia Urbana de Barcelona investiga la aparición de un grupo de peces muertos en el litoral de la ciudad, delante de Ciutat Vella. Son animales de 12 centímetros de longitud y pertenecen a la misma especie. Su nombre común es "boga" y su nombre científico Leporinus Obtusidens.
Los agentes, en coordinación con el Departamento de Recursos Marinos Renovables, recogieron unos 20 ejemplares para remitirlos al laboratorio de la Facultad de Veterinaria de Bellaterra y al Acuario de Barcelona para averiguar la causa de la muerte.
La investigación todavía está abierta, pero el primer informe del laboratorio señala que parecen animales sanos.
La primera hipótesis se basa en la posibilidad de que una barca de pesca haya dejado una parte del rechazo cuando volvía a puerto. Esta práctica es habitual cuando el precio de marcado es muy bajo.
De momento se descarta un vertido de fluidos contaminados en las aguas de Barcelona, y por lo tanto, el delito ecológico.