La nueva normativa de la ITV entra en vigor este domingo 20 de mayo, donde se pretende garantizar que todos los vehículos "estén en buenas condiciones desde el punto de vista de seguridad y el medio ambiente", según se establece en el Real Decreto, aprobado por el Consejo de Ministros en octubre del año pasado. Tasará con carácter más restrictivo algunos puntos que antes permitían ciertas argucias: las emisiones contaminantes o el kilometraje.
Cada vez es más grande la conciencia medioambiental de estos. Por este motivo uno de los aspectos más destacados de la nueva normativa es el uso de herramientas capaces de detectar este tipo de fraudes. Este instrumento es un sistema de diagnóstico que se conecta al ordenador de a bordo del vehículo para detectar posibles trampas.
Además, mediante el software adecuado, el uso de la lectura de diagnóstico electrónico también permitirá explorar sistemas que son clave a la hora de garantizar la seguridad en los vehículos actuales. Hablamos de dispositivos como el Programa Electrónico de Estabilidad, el ABS, los airbags, los pretensores y el equipo de alumbrado y señalización.
Novedades con mayor flexibilidad
Algunas de las novedades que contempla el Real Decreto no serán efectivas de forma inmediata, pero otras sí se podrán implementar desde este mismo lunes. Entre muchos detalles, destaca que los fallos leves del vehículo no forzarán una nueva revisión en dos meses.
El nuevo decreto elimina el resultado de inspección favorable con defectos leves, por lo que las inspecciones con estos defectos leves (por ejemplo, que falle una bombilla o un intermitente lateral, o golpes en una llanta o en la carrocería) resultarán «favorables». Eso sí, el propietario del automóvil tiene que repararlos, pero con un margen de entre 12 y 24 meses, no de solo 60 días. Otro de los principales cambios que incumbe a los usuarios es que a partir de ahora se podrá realizar la segunda revisión en otra oficina de la ITV. Es decir, si se suspende la primera inspección en una estación, se podrá ir a otra a pasar una segunda prueba para tener otra opinión.
Desde el sector reconocen que estas nuevas reglas del juego afectarán más a los operadores que a los usuarios y muestran una preocupación: que las nuevas y exhaustivas pruebas que se realizarán a los coches dilaten los tiempos de espera y encarezcan el precio final de la ITV, lo que afectaría negativamente a los conductores.
Además la fecha para pasar la ITV se vuelve más laxa. Se puede solicitar 30 días antes de que caduque la vigencia de la anterior, pero la fecha de vigencia no se adelanta: «si la fecha límite es el 27 de septiembre y la ITV se pasa el 27 de agosto, la siguiente inspección se pasará el 27 de septiembre. Con ello el usuario dispondrá de mayor margen para encontrar la cita que le convenga», explican desde una empresa especializada de Andalucía.