El delegado de los jesuitas en Catalunya, Pau Vidal, ha admitido que no se actuó contra los casos de abusos a menores de hace décadas porque, "por desgracia, no había voluntad de entender que era un delito abusar sexualmente de menores". Lo ha dicho en Catalunya Ràdio, donde ha afirmado que imperaba la "cultura del silencio" y que se intentaba "proteger" el abusador y la institución. "La víctima no estaba en la ecuación", ha dicho. Y es que Vidal ha asegurado que se sabía que se daban estos abusos pero ha lamentado que la institución, y la iglesia, "no reconocían el grave dolor pueden causar los abusos a menores". Vidal ha lamentado que la gestión de todo fue "nefasta" y ha apuntado que todavía hoy hay quien no reconoce "la gravedad de los hechos".
Comprometidos con aclarar el pasado
Vidal ha asegurado que se indigna al ver que las personas que estaban al frente de la institución en el momento de los abusos denunciados no actuaron para parar lo que estaba pasando. Ha asegurado que ahora están comprometidos con aclarar el pasado y ha anunciado que en breve se conocerán los resultados de una investigación interna. Ha añadido que también están asumiendo responsabilidades, haciéndose cargo de los gastos económicos de tratamientos psicológicos e indemnizaciones y ofreciendo justicia restaurativa.
Por otra parte, ha explicado que uno de los docentes contra lo que hay denuncias, Francesc Peris, de 80 años, sigue viviendo en una comunidad de jesuitas. Lo ha justificado asegurando que está en una especie de arresto domiciliario "para evitar que pueda volver a cometer un delito". Vidal ha añadido que lo hacen por "responsabilidad social" y ha concretado que Peris no puede salir del lugar donde vive y tiene las visitas restringidas.
Buena parte de los responsables están muertos
Para el delegado de los jesuitas, una de las principales dificultades para aclarar qué pasó es que buena parte de los responsables del momento están muertos. En este sentido, ha asegurado que en el proceso se han encontrado con dificultades externas pero también de internas, porque "hubo gente que miró a otra lado y otros que no reconocen la gravedad de los hechos". En este sentido, ha agradecido la "determinación" de las víctimas porque les han hecho darse cuenta de que los abusos sexuales a menores "destrozan vidas". Sobre la actualidad, ha garantizado el compromiso de poner a las víctimas en el centro y ha explicado que hace años que se implementan protocolos de prevención para evitar que se vuelvan a repetir los casos de abusos. A pesar de todo, ha dicho que la lacra de los abusos "sigue muy presente" en la sociedad.