El Parlamento Europeo organizó este jueves un acto sobre el extremismo de derechas, que contó con la colaboración de la Alianza Libre Europea –que incluye ERC, entre otros partidos de izquierda minoritarios–. En este acto participó el periodista y fotógrafo Jordi Borràs, que sufrió todo tipo de amenazas el miércoles por parte de varios sectores de la extrema derecha.
Este periodista que ha trabajado para varios medios digitales, junto con varios eurodiputados, aprovechó su asistencia en el acto de Bruselas para exigir que se retirara el premio Ciudadano Europeo a Societat Civil Catalana (SCC) por sus vínculos con la ultraderecha. El Nacional se ha puesto en contacto con Borràs para conocer las claves del acoso que ha vivido y el estado de la extrema derecha en España.
Amenazas de muerte
El pasado miércoles, el hashtag #DesmuntantJordiBorras se hizo popular en las redes gracias a su proliferación entre individuos y partidos de extrema derecha. Los partidarios del fascismo español injuriaron y calumniaron a Borràs con todo tipo de amenazas.
Pero no sólo la derecha reaccionaria lo increpó a través de las redes, ayer también lo hizo el exdirigente de SCC, Sixto Cadenas, y la misma asociación proespañolista denunció las "difamaciones" de Borràs en el Parlamento Europeo. Es más, Societat Civil Catalana llegó a vincular al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, con la extrema derecha.
"Un día te encontraremos", "Te quemaremos vivo" y "Tu vida vale menos que un cartón de tabaco" son algunos ejemplos de las expresiones que ha dedicado la ultraderecha a Borràs. Esta no es la primera vez que el fotoperiodista se siente increpado por la ultraderecha.
El origen de las amenazas
Todo empezó el 12 de octubre del 2013 cuando, después de cubrir un acto de la ultraderecha en Montjuic, recibió una llamada de un amigo que lo alertó de la presencia de un grupo neonazi en el barrio barcelonés de Sants. Borràs decidió avisar a todo el mundo a través de Twitter para evitar cualquier episodio violento. Poco después, se produjo un episodio violento entre los neonazis y unos antifascistas. "Me acusaron de instigar aquella pelea. Desde entonces, partidos como Democracia Nacional me empezaron a amenazar", ha explicado Borràs a este diario.
Desde entonces, asegura que tiene muchos problemas para acudir a las manifestaciones de la extrema derecha. Pero tampoco, y eso es lo más alarmante, no puede ir a ninguna manifestación españolista. Según el periodista, en estas concentraciones "hacen correr fotografías mías". Borràs denuncia que incluso la asociación Somatemps, que tiene vínculos con SCC, ha llegado a colgar a su página web una foto suya. El objetivo es evidente: increparlo.
El periodista y fotógrafo ha denunciado el acoso a la policía en varias ocasiones. Las primeras amenazas fueron desestimadas por los juzgados. Eso sí, la última denuncia contra el líder de Democracia Nacional por las amenazas del pasado 12 de octubre sí que han prosperado y ahora espera que el procedimiento judicial se inicie.
La esencia de la extrema derecha
Borràs no tiene miedo y se mantiene en la defensa de la libertad de expresión. "Se quejan de que yo miento y manipulo pero yo nunca he dicho que españolismo es sinónimo de extrema derecha", asegura.
Eso sí, apunta que las fuerzas políticas democráticas -como PP y C's- han consentido la presencia de organizaciones de extrema derecha en las manifestaciones a favor de la unidad de España: "La extrema derecha no está presente en las instituciones, parte de su discurso está presente en partidos como PP y Ciudadanos", expone y recuerda que Alianza Popular, el precedente del PP, fue fundado por exministros franquistas.
No pone en duda que la ultraderecha cuente con organizaciones que la representen porque "en democracia, hay libertad de pensamiento". Lo que no se tiene que permitir, según el fotoperiodista, es "la apología al odio y la violencia, que se tendría que perseguir penalmente", explica con lógica preocupación.