Gerhard (@Gerhardincatalonia) un joven sudafricano que cuelga sus peripecias desde que llegó a Catalunya en su cuenta de TikTok, se ha hecho viral en las redes gracias a sus esfuerzos por aprender catalán. En su perfil se define como 'a guiri in Catalonia' y ha aterrizado en el país porque su pareja es catalana, y a través de la cuenta va explicando todo lo que ha aprendido desde su llegada, en tono humorístico. Uno de los vídeos más conocidos es uno en el que reclama que se hable catalán en Catalunya, ya que se encuentra con mucha gente que le responde en castellano cuando él habla en catalán. En una publicación en TikTok, el joven expresaba su frustración por este motivo. Visiblemente decepcionado, explica que fue al supermercado y le pidió en catalán al encargado una bolsa y este le respondió en castellano: "¿Qué? ¿Quieres una bolsa?". Además, le dijo que quería pagar con tarjeta y el encargado volvió a decirle "¿Qué? ¿Quieres pagar con tarjeta"?. El joven sudafricano acabó el vídeo enviando un mensaje a todos aquellos que no responden en catalán: "Hombre, estamos en Catalunya, por favor habla la lengua de mi gente, gracias".

Uno de los leitmotivs del perfil de este joven sudafricano es su esfuerzo por aprender catalán y si desde la sociedad catalana se le ayuda. Ante su queja de que se dirigen a él en castellano, los seguidores de este joven le recomiendan ir al Bon Preu, donde "normalmente hablan en catalán". Una vez entra en el supermercado, asegura que, de momento, todo va bien "porque tenemos a Txarango sonando". En el momento de pagar la compra, se dirige a la cajera en catalán y la chica también le contesta en catalán, y hasta le corrige que "una bolsa" es femenino, gesto que él agradece. "Gracias por contestarme en catalán", le dice Gerhard "no ocurre habitualmente, y me hablan en castellano".

Girona enamora

Otro de los vídeos que más ha triunfado en las redes ha sido uno en el que viaja por primera vez a Girona, donde, según sus seguidores "sí te hablan en catalán" y así "poder enriquecer mi cultura catalana". Gerhard pasea por las calles de Girona, y su primera parada es la figura conocida como 'el culo de la leona', la segunda es la majestuosa catedral de Girona, "por fin he podido ver la catedral donde se grabó Juego de Tronos". La aventura gerundense prosigue por el barrio antiguo de Girona, hasta que se sienta a tomar una cerveza en uno de los locales más conocidos de la ciudad, el Konig, y después a comer en otro restaurante, donde Gerhard piden en catalán para comprobar que los catalanes también se dirigen a él en ese idioma.

Después de comer, toca recomendación a las puertas del Consorci per a la Normalització Lingüística, donde apuntan que 21 días son los necesarios para cambiar la costumbre. Uno de los retos que aparece en el escaparate es mantener el catalán cuando alguien te habla en castellano y "eso es exactamente lo que necesitamos los de fuera para aprender catalán". Siguiente parada de la ruta por Girona: las moscas de Sant Narcís, donde dicen que hay que pedir un milagro mientras se toca, Gerhard pide hablar algún día fluido en catalán. Última parada en la librería Les Voltes, donde todos los libros son en catalán. Y el punto final de la ruta es la muralla de la ciudad, donde asegura que "puedo decir, de verdad, que Girona enamora".