El año 2014 se encontraron a bordo del buque escuela de la Armada española Juan Sebastián Elcano hasta 127 kilogramos de cocaína escondidos en un pañol -un compartimento o almacén en lenguaje marinero español-, una cantidad que convertía el buque escuela y niña de los ojos de la marina de guerra española -donde sirvieron Juan, Juan Carlos y Felipe de Borbón- más bien en un carguero del narcotráfico. Ahora bien, la investigación llevada a cabo durante cuatro años ha dictaminado el sobreseimiento provisional de la causa abierta para encontrar a los responsables.
Según adelanta el diario El País, aunque en el momento de encontrar la droga en el arsenal de La Carraca (Cádiz), parecía relativamente sencillo identificar quien de los 185 miembros de la tripulación habría sido el responsable de introducir el cargamento de droga después de un viaje que lo había llevado entre otros puertos a los de Cartagena de Indias (Colombia) y Nueva York (Estados Unidos), la absoluta falta de control hizo imposible encontrarlo.
La ausencia de registro de los marineros que desembarcaban en cada una de las escalas ha llevado a que el magistrado togado militar territorial 12 haya decretado el sobreseimiento, alegando que una vez practicadas las diligencias necesarias, "no resulta posible imputar ni indicidiariamente a ninguno de los que prestaban servicio en este pañol, ni en ningún otro, del embarque de los 127 kilos de cocaína"
Con todo, el mismo auto recuerda que dos marineros destinados en el pañol donde se encontró la droga ya habían sido condenados por tráfico de droga y que otros miembros de la tripulación fueron encausados por presuntamente trasladar drogas desde Cartagena de Indias a Nueva York para venderla allí.
Siempre según el mencionado medio, la sensación de descontrol a bordo del barco incluiría también el acceso al almacén, en principio reservado sólo al personal destinado pero sin ningún tipo de control sobre las llaves y los accesos de personal no autorizado. El mismo auto admite que durante la estancia de cuatro días en el puerto colombiano, buena parte de la tripulación desembarcó, "sin que la guardia militar controlara las entradas y salidas de la dotación, así como tampoco los efectos que embarcaban".
Ascenso para el responsable
Además, y a pesar de todos los indicios de mala gestión en el buque, el comandante del Elcano, el capitán de navío Enrique Torres Piñeyro, fue ascendido a contralmirante en septiembre del 2015 y en abril pasado, la ministra de Defensa Maria Dolores de Cospedal lo volvió a ascender, a vicealmirante, además de nombrarlo jefe del Arsenal de Cádiz.