Desde que en el 2011 la receta xenófoba de Xavier García Albiol rompió la hegemonía de tres décadas de gobierno municipal del PSC, la política badalonense vive sumergida en la agitación permanente. En los últimos años, las traiciones entre socios y las alianzas entre enemigos para hacerse con el poder de la ciudad han marcado la crónica política municipal. El último capítulo, la dimisión del alcalde Àlex Pastor -tras ser detenido por saltarse el confinamiento con síntomas evidentes de embriaguez- reabre la lucha por el trono en Badalona. A izquierda y derecha, dos exalcaldes -Albiol y Sabater- presentarán batalla para suceder a Pastor. Pero los socialistas no están dispuestos a ceder tan fácilmente. Lo tienen crudo para conservar la alcaldía, pero a la vez tienen la sartén por el mango para decantar la balanza -a favor de la derecha o del independentismo.

El combate definitivo será el 12 de mayo, cuando se celebre el pleno de investidura para escoger a un nuevo alcalde. El aspirante no lo tendrá fácil. Deberá obtener 14 votos a favor. El actual reparto de fuerzas es el siguiente: el PP tiene 11 concejales, el PSC 6, Guanyem Badalona 4, ERC 3, Badalona en Comú 2 y JxCat 1. Tanto el líder del PP, Xavier García Albiol, como la exalcaldesa de Guanyem Badalona, Dolors Sabater, han dado un paso adelante y se han postulado para recuperar un cargo en poder del PSC desde el 20 de junio de 2018. Pastor llegó gracias a una moción de censura contra Sabater pactada con Albiol y Cs. Y paradojas de la vida política, se mantuvo justo un año después gracias al apoyo de la persona a quien había expulsado de la alcaldía.

El PSC, entre Albiol y el independentismo

La única opción de Sabater pasa por convencer a los socialistas para que la voten, algo que no consiguió después de las elecciones del pasado mayo. Su candidatura, una coalición de izquierdas entre la CUP y ERC, quedó segunda, por detrás del PP y por delante de los socialistas que, a pesar de tener menos votos, se enrocaron reclamando para ellos el gobierno municipal. Ante el riesgo de que si no había acuerdo Albiol recuperara la vara de alcalde, Sabater claudicó y dio sus votos a Pastor. El entorno de Sabater avisa, sin embargo, de que no piensa volver a ceder, "se acabaron los comodines, al PSC ya no le vale la carambola", apuntan fuentes de Guanyem a ElNacional.cat. Su propuesta es un gobierno municipal de concentración de todos los partidos -incluido el PSC- sin el PP. Por ahora ya cuenta con el apoyo de ERC y JxCat.

Los socialistas reconocen que todavía se están recuperando del golpe, pero adelantan que se ven legitimados para mantenerse en la alcaldía de la cuarta ciudad de Catalunya. En este sentido señalan que lo que ha sucedido con Pastor no tiene nada que ver con un problema de mala gestión en el ayuntamiento y por lo tanto, defienden que el proyecto del gobierno municipal que comparten con los comunes es plenamente vigente. El problema que tienen es que están en minoría. PSC + comunes suman 8 concejales, los mismos que Guanyem + ERC + JxCat. El PP, solo, tiene 11.

Si las fuerzas progresistas de la ciudad no alcanzan ningún acuerdo, automáticamente será investido el representante de la lista más votada en las últimas elecciones, es decir, Albiol. Después de las elecciones del pasado mayo, todos los partidos se aliaron con el único objetivo de evitar que él volviera a la alcaldía.

Al PSC le toca ahora elegir: o deja el camino libre al retorno de Albiol, o accede a entregar la vara de mando a Dolors Sabater, a quien hace dos años echó, por independentista, a través de una moción de censura tramada con PP y Cs. Que vayan sirviendo una ronda de palomitas.