Los tarraconenses ya se han despedido de los XVIII Juegos Mediterráneos con la ceremonia de clausura del acontecimiento, que ha empezado a las nueve de la noche en el Nou Estadi de Tarragona. El acto, protagonizado por actuaciones musicales variadas, ha ganado en calidad con respecto al inaugural, sin embargo, se han seguido viendo gradas vacías.

El fracaso de la ceremonia de inauguración de los Juegos Mediterráneos, con gradas vacías en presencia del rey Felipe VI, sirvió de toque de atención. Los asientos vacíos en la mayoría de centros de competición durante los días siguientes acabó de encender todas las alarmas. Es por eso que, desde varios ayuntamientos de la demarcación de Tarragona, se pusieron todas las facilidades para que en la clausura no hubiera nuevas imágenes negativas en el Nou Estadi de Tarragona, aún así no se han podido evitar los huecos.

El acto ha empezado con 10 minutos de retraso y la primera nota musical la han puesto el trío de grallers So Nat, que han destacado por tocar con un lazo amarillo en el cuello, como si fuera una bufanda. Los grallers han acompañado la entrada al estadio de la bandera de Tarragona. Después ha habido un espectáculo de coreografía contemporánea con la pieza de fusión Sardanova, de Santi Arisa.

A continuación, ha llegado el turno de los protagonistas de los Juegos, los miles de deportistas que han desfilado a ritmo de música electrónica; al acabar han ocupado las gradas bajas del campo del Nàstic. La música ha vuelto a invadir el estadio gracias al coro de gospel Messengers, que ha interpretado un medley de canciones del musical de Broadway Hair, y al cantante y compositor barcelonés Álvaro Soler, artífice de una de las canciones del verano La Cintura.

Parte institucional

Los discursos han ido a cargo del presidente del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos, Amar Addadi, el alcalde Tarragona, Josep Félix Ballesteros, y el alcalde de Orán, Noureddine Boukhatem. Orán es la ciudad de Argelia que acogerá los próximos Juegos Mediterráneos, es por eso que Ballesteros le ha entregado la bandera de la competición al alcalde argelino.

Por su parte, Ballesteros se ha mostrado muy agradecido con los voluntarios, a los que ha calificado de héroes, y ha dicho "con orgullo" que ha cumplido la misión "de acoger un acontecimiento que contribuye a hermanar pueblo".