El juez que instruye el caso del tiroteo de Gavà del seis de julio del año pasado, donde un hombre disparó contra dos agentes de la Policía Local del municipio junto al tanatorio hiriendo mortalmente a uno de ellos, ha decidido archivar provisionalmente la causa. Argumenta que el acusado tiene una enfermedad mental que lo incapacita, concretamente un trastorno delirante crónico que ya sufría el día de los hechos y que imposibilita que pueda entender las acusaciones que se le hacen.

El acusado no irá a juicio y en breve podría ser ingresado en un centro psiquiátrico donde se evaluaría periódicamente su estado físico y mental. En caso de que en algún momento se considerara que ya no tiene que seguir ingresado, se informaría al juez para que evaluara de nuevo si hay que citarlo o no a declarar.

Esta decisión se ha tomado independientemente de las otras dos causas por homicidio que el hombre tiene pendientes por matar a tiros a un hombre en un bar de Vilanova i la Geltrú y a su exsuegro en su casa en Miami Platja.

El tiroteo en Gavà provocó una huida y persecución de película. El acusado había tiroteado a un policía de Gavà delante del tanatorio del municipio a las 15.25 horas con un kalashnikov. Huyó dirección al Garraf y llegó hasta Canyelles, donde lo detuvieron. La policía lo inmovilizó a tiros en medio de una de las calles de la urbanización Muntanya de Mar. Después se pudo relacionar con dos crímenes más: los homicidios de Miami Platja, donde murió un hombre de 60 años, y el de Vilanova i la Geltrú donde murió el camarero de un restaurante y la dueña quedó gravemente herida.

La operación para detenerlo obligó a activar el plan antiterrorista, a pesar de que después se descartó que fuera un atentado.