La jueza del Juzgado Contencioso Administrativo 12 de Barcelona que ha conseguido frenar la eutanasia a una chica de 23 años a petición de su padre, ha paralizado temporalmente otro caso muy similar. Según informa la Cadena SER, el nuevo caso es de un hombre de 54 años con importantes secuelas médicas después de sufrir durante los últimos 4 años al menos tres ictus y dos infartos. En ambos casos, habían recibido el aval médico y del Comité de Evaluación y Garantizabas de la Generalitat, pero han sido los padres de los pacientes que han recurrido a la justicia para evitar que se produzca la muerte asistida. Así pues, ahora los casos los tendrá que resolver el Tribunal Superior de Justicia. El pasado 18 de julio, el Comité de Evaluación dio el visto bueno a la eutanasia de este hombre y se ordenó su aplicación. El paciente ha sufrido tres ictus y dos niños en el 2020, 2021, 2022, y un cuarto ictus en el 2024, después de dejar la medicación. Los ataques le han dejado importantes secuelas que afectan a su movilidad y habla.

Importantes secuelas

Los informes médicos demuestran que el hombre sufre afasia —que le dificulta el habla—, no puede escribir sin ayuda, le cuesta seguir el hilo de frases largas y, aunque comprende lo que se le explica, es incapaz de mantener una conversación con normalidad. Aparte, tampoco puede conducir ni moverse sin ayuda de un bastón. Por esta razón, y a pesar de los tratamientos, hace un año expresó a los médicos que no se gusta y que "a raíz de su discapacidad no le encuentra sentido a la vida". El paciente relató a los sanitarios que "no quiere llegar a tener más discapacitado".

Una vez recibido el aval médico, el padre recurrió la decisión ante el juzgado contencioso. En este caso, alegó que su hijo sufre problemas de salud mental y que, aunque es cierto que tenga dolores, cree que con un tratamiento adecuado y pautas médicas lo puede soportar. En cambio, los médicos que evaluaron el caso, descartan cualquier patología mental. "Durante la entrevista, el paciente no muestra ninguna alteración cognitiva, entendiendo que es completamente apto para tomar decisiones", aseguraron. "Desde el punto de vista de diagnóstico psiquiátrico, no presenta síntomas de esfera anímica. No tiene criterios de diagnóstico de depresión u otros trastornos", añadieron.

De la misma manera que ha pasado con la joven de Barcelona, la jueza ha aceptado las medidas cautelares y ha paralizado el proceso de muerte asistida. La jueza ha dado la razón en la fiscalía y los abogados de la Generalitat y ha derivado el caso en el de Justicia de Catalunya que tendrá que decidir si gira o no la muerte digna a los dos pacientes. En caso de hacerlo, sería el primer caso en el Estado español que la justicia anula una eutanasia que había recibido todos los avales médicos.