El Black Friday está a tocar y los juguetes serán uno de los grandes reclamos de esta campaña aprovechando que la Navidad está a la vuelta de la esquina. Ahora bien, el año pasado el 31% de los productos retirados del mercado de la Unión Europea fueron juguetes. Para aclarar algunas questions de seguridad, la compañía internacional de seguridad Tüv Süd ha analizado la calidad, normativa y control de los juguetes antes de salir al mercado.
"Los juguetes estándares, no electrónicos, acostumbran a tener unos 3 ensayos o tests. Se revisan desde las propiedades físicas y mecánicas, inflamabilidad y la migración de sustancias químicas. El objetivo es evitar lados cortantes, puntas afiladas o sonidos estridentes, así como materiales inflamables o sustancias químicas que puedan desprenderse del producto y supongan un riesgo para el niño", explica el Global Key Account Manager y Team Leader de Consumer Products & Retail de Tüv Süd España y Portugal, Oriol Roig.
El sector cumple con una normativa estricta y exigente. A pesar de las prisas y las abanicas masivas, la calidad final del producto no acostumbra a vernos acondicionada. Ahora bien, el experto constata que "el consumidor final también tiene que exigir el cumplimiento de ciertos criterios antes de adquirir un producto, así, el fabricante se verá obligado a responder esta demanda. Por ejemplo, si un producto tiene un precio más barato de lo que es normal, puede ser que sea porque no es lo bastante seguro y lo tiene más difícil a la hora de competir con el de la marca de prestigio".
En este sentido, el reto más importante está vinculado con la adaptación de la normativa al impacto tecnológico. "Como cualquier categoría de producto, la tecnología adelanta a un ritmo mucho más rápido que la normativa y los juguetes no podían ser una excepción", detalla Roig. "En el caso de los juguetes conectados, por ejemplo, el riesgo no está estrictamente ligado a las características del juguete, sino a la tecnología que utilizan y los datos que generan. Existe la posibilidad de que el fabricante recopile información del uso o la geolocalización y los use inadecuadamente", pero recuerda al mismo tiempo que "precisamente en Europa, el reglamento GDPR vela para que eso no pase".
¿Hay trucos para comprar juguetes seguros?
A la hora de comprar un producto infantil conviene escoger marcas reconocidas y establecimientos especializados para garantizar la trazabilidad, según exponen los expertos. Y, además, "encontrarnos a alguien al otro lado si surge algún problema", subraya. A partir de aquí, "tenemos que fijarnos en el mercado de la CE y el número de lote, así como en otras características que nos permitan identificarlo fácilmente como, por ejemplo, el nombre y dirección de la empresa que lo ha producido, importado y distribuido".
También hay que tener en cuenta que están dirigidos a un público más vulnerable y "normalmente se está más pendiente de la actualización de sus normas y a la inclusión de nuevas categorías". Por ejemplo, según detalla Roig, "los fabricantes tienen que advertir de los posibles riesgos del producto a su embalaje y además, tienen que disponer de un manual de instrucciones para garantizar la seguridad".
1.757 juguetes retirados
Que los juguetes son uno de los productos más retirados no es un hallazgo nuevo. La Guardia Civil retiró del mercado 1.757 juguetes peligrosos, procedentes de contrabando y presuntamente falsificadas, que eran comercializados al por mayor y al detalle en tres establecimientos de Badalona. Estos juguetes se encontraban concretamente en seis quioscos de prensa y en tres bazares chinos, en plena campaña navideña y antes de Reyes, según informó Europa a Press.
Según informó el pasado mes de enero al Instituto Armado en un comunicado, la Patrulla Fiscal de Premià de Mar hizo 12 intervenciones confiscando estos juguetes "de muy mala calidad", que podían suponer un riesgo para los niños al no cumplir la normativa de seguridad europea.
'Forky', el juguete retirado de Disney
La última polémica llegó este verano con un juguete de Disney. La compañía decidió retirar del mercado a "Forky", el juguete-tenedor que aparece a la película de Toy Story 4.
Disney decidió no comercializarla para representar "un peligro de asfixia para los niños".