Fernando Blanco y Margarita Garau, los padres de Nadia, han negado haber utilizado a la menor para lucrarse y conseguir los cerca de 1,1 millones de euros que recibieron en donativos. A la primera sesión del juicio por presunta estafa celebrado este martes en la Audiencia de Lleida, Blanco ha reiterado que su hija se encuentra bajo "riesgo inminente de muerte" y que los tratamientos "genéticos" en los que sometió la menor sirvieron para alargar al menos cinco años la vida de la Nadia.
La estrategia de la defensa de Blanco se ha hecho patente desde el inicio del procedimiento a las diez de la mañana con las cuestiones previas, que se han alargado cerca de dos horas. El abogado del padre de la menor ha pedido que sea la Audiencia Nacional la que juzgue el caso, ya que la presunta estafa afecta a personas de toda España según el letrado. El tribunal había denegado minutos antes otra petición "poco habitual" -en palabras del propio tribunal- de la defensa de Blanco, que pedía que el acusado pudiera abandonar la prisión temporalmente, custodiado por la policía, para alojarse a un hotel durante el transcurso del juicio.
Después de varias reprimendas por parte del presidente del tribunal, Francesc Segura, que instaba al abogado de Blanco a dejarse de romances, el interrogatorio al padre de la menor ha empezado cuando pasaban cinco minutos de las doce del mediodía. Ante las preguntas del tribunal, el acusado ha afirmado que antes de crear la fundación, a través de la cual cometió supuestamente fraude, él mismo había sufragado los diversos tratamientos y operaciones a los que fue sometida su hija en hospitales tanto españoles como internacionales por un valor total de 660.000 euros.
En referencia a la procedencia de este dinero, Blanco ha asegurado que tenía ahorros de los ingresos provenientes de una tienda de vinos que regentaba en Fígols i Alinyà (Alt Urgell) y que, además, se dedicaba a impartir conferencias de motivación por las cuales había llegado a cobrar "hasta 8.000 euros".
Contra las cuerdas
Con respecto a las donaciones, el padre de la menor ha reconocido haber llevado a cabo campañas de recaudación de fondos y entrevistas en medios de comunicación para dar a conocer el caso de su hija, pero sólo después de la creación de la Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistròfia y Enfermedades Minoritarias. A pesar de eso, Blanco ha dicho no recordar el importe total que se llegó a recaudar.
Entonces, el ministerio fiscal ha querido focalizar la atención en una campaña llevada a término en el 2012 para recaudar 50.000 euros parapoder operar a la menor a Houston (EE.UU.) y que el acusado ha afirmado haber realizado. El fiscal ha preguntado a Blanco si en enero de 2013, cuando se tendría que haber realizado la intervención de la Nadia, él y su mujer disfrutaban de unos días de vacaciones en un hotel de Mallorca. "Si estaba en Houston, no podía estar en Mallorca", ha sentenciado la acusación poniendo al padre de la menor contra las cuerdas. Ante la cuestión, el acusado se ha limitado a decir que no sabía responder, aunque sí ha reafirmado que había estado en Houston sin concretar la fecha.
"Los especialistas le extraían genes, los mutaban y los volvían a introducir al cabo de un mes”, ha explicado Blanco cuando el fiscal le ha preguntado por los supuestos tratamientos que recibió la menor en París. Gracias a esta práctica, que se realiza mediante una punción en la nuca, Nadia pudo alargar su esperanza de vida cinco años, ha asegurado el padre.